La Comunidad Valenciana, ejemplo de compromiso con el sector biotecnológico

Sara Pérez Jerónimo

Periodista

Multiplicar por cinco el número de empresas y el empleo del sector antes de 2014. Ese es el objetivo esencial del protocolo de colaboración que ha firmado la Generalitat Valenciana y la Asociación Valenciana de Bioindustrias (Bioval) con el fin de promover y potenciar la Biorregión de la Comunidad Valenciana. La firma del acuerdo, que se enmarca dentro de la Estrategia de Política Industrial 2010-2015, estuvo encabezada por Francisco Camps, y contó con la presencia del conseller de Industria, Vicente Rambla, y el director de Bioval, Carlos Simón.

Los avances en materia biotecnológica afectan a numerosos sectores productivos que generan cerca del 20% del PIB de la Comunidad Valenciana. De este modo, no sólo se pretende aumentar el nivel tecnológico y competitivo del sector en la región, sino posicionar y lograr abrir un hueco a la Comunidad Valenciana en el mapa internacional, llegando a alcanzar en 2014 las 250 empresas en biotecnología, 3.500 empleos y unos 600 millones de euros en facturación, de los cuales cerca del 12% se invertiría en I+D+i.

Para alcanzar lograr estos objetivos, se contempla llevar a cabo un programa de subvenciones de apoyo a las empresas biotecnológicas, la promoción de la comunicación entre las distintas administraciones, la diversificación industrial, y una estrecha colaboración entre las diferentes partes para implementar todas las acciones recogidas por el Plan Estratégico 2009-2013 de Bioval.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, destacó que la biotecnología es un sector emergente, en el que la innovación, la investigación y el desarrollo juegan un papel fundamental, y en el que hay puestas muchas expectativas a medio y largo plazo. “La Comunitat tiene todo para salir cuanto antes de la crisis con mucho presente y futuro en este sector”, aseguró Camps.

Por su parte, Carlos Simón, director de Bioval, ha señalado que la Comunidad Valencia dispone de las condiciones idóneas para llegar lejos en esta materia: infraestructuras científico tecnológicas, un numeroso equipo de investigadores de prestigio internacional, un amplio campo de sectores tradicionales en vías de reconversión y una administración pública que apuesta fuerte por un sector como el biotecnológico.

Así, la biotecnología está una vez más de enhorabuena, pudiendo sentirse cada día más fuerte gracias a este tipo de compromisos, que no sólo no deberían quedarse en hechos aislados sino que deberían llegar a convertirse en un ejemplo digno a tomar en cuenta.