Hoy no me enrollo. Os iba a hablar de los modelitos que las tres joyas lucieron en la Primera Comunión pero me he liado tanto haciendo la composición de arriba -ya me la podéis valorar- que os hablaré de los Compritas Boys otro día.
Dicen que “en casa del herrero, cuchillo de palo”, ¿no? Pues en la mía no. Si mamá organiza un “Compritas Comuniones” lo mínimo que puede hacer es encargar los atuendos comunioneros en su propio evento. Lógico, ¿verdad?
Y así lo hice. El vestido de la niña fue encargado exactamente el 17 de enero. En cuanto lo vi en el stand de La Pequeña Costura pensé: “ya no busco más”. No sé que os parece a vosotras pero a mí me parece que la niña estaba muy estilosa con él.
Los zapatos son de la temporada pasada de Oca-Loca pero no os penséis que llevo con ellos en el armario desde el año pasado que estoy mal pero no tanto. Son de una venta que hubo hace un mes, más o menos, en Vente-Priveé. Ya sabéis que le tengo mucha afición a esa web.
Lo de comprar el collar me lo pensé un poco pues no estaba muy convencida de que fuera apropiado para una niña “por mucho que parezca una señorita”. Al final, muy al final, decidí comprarlo. Escribí un mensaje a El Rincón de mi Abuela y llegó justo a tiempo. Estoy contenta con la decisión.
Si os gusta dejadme un comentario, porfi. Si no os gusta no digáis nada que es mi niña y me puede afectar…
Y os dejo porque, ahora que me acuerdo, dejé para tal última hora lo del collar que todavía no lo he pagado y ¡lo voy a hacer ahora mismo!
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