Desde la época de los asirios, que asesinaban miles de personas y formaban con ellas pirámides de cadáveres de modo que con esa demostración pudieran atemorizar y someter a la población; desde esa época se sabe que por medio de métodos brutales se pueden controlar los comportamientos colectivos de una población. Es cierto que, coyunturalmente por medio de métodos brutales se pueden someter los comportamientos colectivos de una población, pero también es cierto que procesalmente no hay forma de controlar la conciencia humana.
La fórmula de demostraciones sangrientas a una población y después sometimiento, ha sido utilizada varias veces en la historia: Franco en España produjo una sangría de más de un millón de personas y después pudo someter sin mayor problema los comportamientos sociales del pueblo español: Stalin produjo enormes sangrías al pueblo ruso y después pudo someterlo sin mayor problema. En estos casos hay sometimiento del comportamiento colectivo de la población, porque por temor nadie se atreve a hacer lo que está prohibido; pero no hay control de la conciencia porque la gente no está de acuerdo con eso.
Lo que no quedó claro con estos regímenes es que se hubieran acabado aún si los dictadores que los imponían no hubieran muerto; el régimen Franquista hubiera sido desmantelado por las nuevas generaciones españolas no importa el costo en vidas que eso hubiera significado. El régimen Stalinista no hubiera podido ser eterno, como lo demostró la caída y desmantelamiento de la URSS. Los nazis así hubieran ganado la 2da guerra mundial no se hubieran mantenido indefinidamente en el poder en Alemania, lo más posible es que se hubieran terminado matando entre ellos y la población se hubiera rebelado.
Un ejemplo de que los regímenes violentos no se mantienen lo podemos ver en la época de la conquista española con Cortés. Cuando Cortés llega a México encuentra que el emperador está sometiendo los comportamientos colectivos de la población por medio de métodos brutales, que las poblaciones indígenas están subyugadas y muy próximas a la rebelión, están a poco tiempo de levantarse contra esta imposición. Cortés llegó con pocos soldados y se encuentra esta situación de pre-rebelión popular y la aprovecha, apoyándose en los pueblos sometidos logra dominar el imperio azteca (que estaba muy próximo a su desestructuración). Cortés pasó a la historia como un genio militar y verdaderamente su talento fue político, pero esas son las formas como los historiadores ven las cosas. Así no hubieran llegado los españoles a México se hubieran levantado los pueblos subyugados y esa cultura hubiera seguido su proceso; por aquella época Perú estaba en guerra civil.