Revista Diario

La conciliación es tarea de todos

Por Belen
La conciliación es tarea de todos Ese mantra me repito yo una y otra vez y se lo digo a todo aquel que quiere escucharme a ver si sirve de algo. Pero la realidad, la triste verdad es que no vale para nada. Aunque la conciliación es tarea de todos, sólo unos pocos nos lo creemos. Así nos luce el pelo claro.
Un día más aquí estoy con mi niño en casa mientras intento sacar mi trabajo adelante. Soy afortunada. Mi trabajo me permite una gran flexibilidad gracias a la cual las vacaciones escolares no son un problema para nosotros. Ayer les dieron las vacaciones de Pascua, un jueves, dejando que el viernes se convierta en una verdadera carrera de obstáculos para muchas familias. 
¿Qué es conciliar? Yo creo que conciliar no es pedirse un día como hoy de vacaciones, tampoco es dejar a los niños en cualquier casa (abuelos, familiares, amigos, vecinos) para poder marcharte a trabajar. Conciliar es adaptar los horarios escolares a los horarios laborales. Y cuando digo horarios, también me refiero al calendario por supuesto. 
Es obvio que no siempre es posible. La próxima semana, por ejemplo, hay 3 días complicados y por mucho que se intentara tener horarios razonables sería inviable que esos días no se trabajaran. Pero un día como hoy es un problema en toda regla. 
¿Cómo podríamos evitar que unos días de vacaciones fueran un problema? Se me ocurren algunas ideas: 
- Flexibilizando horarios. - Permitiendo el teletrabajo. - Dejando abiertos los colegios con actividades lúdicas para estos días. 
La última opción es la que menos me gusta, lo confieso. Pero entiendo que es una alternativa eficaz. Hay centros que ofrecen este servicio, pero son contados, con pocas plazas y un gran número de niños se quedan fuera, con lo cual el problema sigue existiendo. El sistema actual de petición de plazas es absolutamente ineficaz y las familias en los periodos vacacionales (Navidad, Pascua, verano) encuentran verdaderas dificultades. Si los centros permanecieran abiertos, con personal especializado, tendríamos un problema menos.
Pero el teletrabajo, por ejemplo, es posible en muchos casos, y sin embargo es una opción poco contemplada. Mi marido, sin ir más lejos, podría estar en casa trabajando estos días, pero estoy segura que sus jefes se rasgarían las vestiduras si se lo propusiera.
La conciliación es una utopía todavía en este país. Pensar en horarios razonables o en otras alternativas alejadas del 'trabajo de culo pegado a la silla horas y horas' se hace complicado. 
¿Cómo os apañáis vosotros? ¿En vuestro caso la conciliación es posible?

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