Revista Diario

La conciliación, una asignatura pendiente

Por Alfonsin

La actualidad del país está marcada por dos temas fundamentales: la crisis económica y el panorama política, aspectos que, dicho sea de paso, van de la mano. El debate entre los candidatos presidenciales no dio mucho de sí puesto que no ofreció datos nuevos que pudieran influir de una u otra forma en el voto ciudadano. Si bien es cierto que la balanza parece inclinarse hacia Mariano Rajoy, no podemos olvidar que lo obvio causa ceguera. El nombre del ganador lo sabremos presuntamente la noche del 20-N y, mientras tanto, seguiremos analizando con lupa las propuestas que puedan favorecer ese cambio del que muchos fardan pero que nunca llega.

Como mujer, madre y trabajadora, la conciliación es uno de los temas que más me preocupan.  La flexibilidad de los horarios resulta fundamental para sacar adelante esa institución que para muchos empieza a caducar: la familia. La naturaleza misma de mi profesión me impide pretender un horario «normal», puesto que el periodismo tiene su propio ritmo y sus propios tiempos, pero no eso no impide que considere necesario reformar lo que haga falta para que hombres y mujeres puedan dedicarse por igual a los hijos.

¿Por qué debemos ser siempre nosotras las que pidamos un permiso para ir a una reunión del cole o para llevar a los niños al pediatra? Vale que parir sea cosas de mujeres pero la crianza, formación y educación de los hijos debe involucrar a la pareja.

Para que eso sea posible  es necesario modificar los horarios y en eso parecen estar de acuerdo tanto Rajoy como Rubalcaba. Sin embargo echo en falta propuestas claras y determinantes.   Me parece positivo que el candidato del PP exalte el doble esfuerzo que hacen sus colaboradoras «que llevan su casa» y que compaginan la vida familiar con la laboral.  Pero sigo pensando que no existen proposiciones concretas .

Leí por ahí en una lista de promesas electorales que una medida para facilitar la conciliación sería que los colegios permanecieran abiertos hasta las 8 de la tarde. Creo que aún no queda claro que conciliar no consiste en buscar quien nos cuide a los niños hasta el anochecer, se trata simplemente de compaginar las actividades laborales y las familiares sin que los hijos se vean afectados por las constantes ausencias de sus padres.

Aunque existen otras prioridades en el país como la creación de empleos, espero que la conciliación sea una de las políticas sociales que protagonicen las prioridades del próximo Gobierno, sea del partido que sea.


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