Revista Comunicación

La condescendencia interesada de Google

Por Jjsosa @sosaweb

Hay crecimientos en la audiencia de algunos sites que por repentinos y escandalosos levantan todo tipo de alarmas. Internet es muy complejo de observar por inabarcable, pero relativamente sencillo de controlar gracias a la tecnología y los chivatazos de la competencia. Pasa en casi todos lo sectores, dependiendo de lo agresivo que sea este.

La condescendencia interesada de Google

Hace casi 6 meses, Advertising Age desveló el top 10 de anunciantes de Google en un mes concreto que superaban el millón de dólares de inversión en un mes. Dudo de la casualidades en este tipo de filtraciones. La información parecía interesada. Google dejaba claro en el sector quien era el rey de la inversión publicitaria, llegando en un mes casi a tanta facturación como la que va a obtener Facebook en 2010. De paso, salía a la luz cómo BP intentaba limpiar su imagen haciendo una campaña de branding en la red. Cosa que también le venía muy bien a Google, ya que ese ejemplo podía animar a otras compañías en el futuro sobre acciones de marca y no sólo de Pago por click.

Sin embargo, algunas filtraciones o aciertos de periodistas pueden acabar volviéndose en contra de las virtudes que se muestran sobre una determinada compañía. En ese listado J.C. Penney, un poderoso gran almacen en EEUU, ocupaba el 8º puesto de la lista anunciantes destacados, con 2,4 millones de dólares.

En aquél entonces, septiembre de 2010, la web tenía en USA una audiencia de 11,2 millones de usuarios únicos al mes (datos comScore) y unos 800.000 usuarios al día (según Google Trends); siempre refiriéndonos a audiencia conectada desde Estados Unidos. En noviembre de 2010, la compañía aumentó su tráfico “inesperadamente” sin que existiera un motivo lógico. Curiosamente en plena época de ventas navideñas y en un país en dónde la venta por Internet es poderosa. De 11 millones, pasaron a 17 millones mensuales en noviembre y diciembre de 2010, según comScore. Y casi 2 millones al día según Google Trends. Sin embargo, ninguna alerta se encendió en Mountain View y eso que Google mide audiencia muy bien y tenían todos los datos controlados como para poder haber detectado este hecho y, por lo menos, haberlo revisado. ¿Por qué no lo hizo?

Queda feo inspeccionar a un anunciante capaz de entregarte 2,4 millones de dólares en un mes en inversión publicitaria. Periodistas del New York Times han investigado hasta localizar de qué iba este asunto. La historia es extraoirdinaria y está contada con mucha gracia. La conclusión obvia sobre esta práctica de “Black Hat Seo” parece lógica: alguien en J.C. Penney autorizó la acción de pago de enlaces indebidos y alguien en Google miró hacia otro lado. Matt Cutts, el máximo responsable de Google en este ámbito, lo niega severamente y se excusa en las dimensiones de la red. Pero no, Matt, te cambio el “don´t be evil” por el “don´t be silly”… porque esta historia canta. Un site que crece 5,4 millones en usuarios únicos al mes y no se detecta…

A Google le está empezando a pasar lo que a todas las compañías que obtiene ingentes cantidades de dinero. Nacen los confilctos de intereses, los lobbys y las relaciones profesionales basadas en el dinero y la autocomplacencia. Me imagino al director que tomó la decisión en J.C. Penney deciendo: “no puede figurar el nombre de la compañía por ningún lado y Google no hará nada porque nos gastamos una pasta en ellos”. Conjeturo. La historia del Times ha sido suficiente para penalizar a J.C. Penney. Una amonestación muy blandita al lado de los baneos que han sufrido otros sites.

Google tiene mucho poder. Sigue creyendo que todo lo hace por el bien del usuario. Aunque lo que les garantiza ese afán es una cuenta de resultados en positivo al final de cada ejercicio. Y sus positivos se multiplican por mil. ¿Penalizarías a una empresa que se deja 2,4 millones de dólares en tu site? ¿O le amonestarías para que se quedara como antes? La Unión Europea está inspeccionando a Google por indicios como este. Aunque el buscador, en el fondo, puede hacer con su producto lo que quiera mientras los usuarios le depositemos la confianza de nuestras búsquedas. Contra ese muro no hay investigación que valga.

Por: Adrian Asegovia


Volver a la Portada de Logo Paperblog