(Fuente: El Nacional - Venezuela)
A veces da la impresión que hasta los opinadores de oficios, los que se visten de letras para explicar lo que pasa en este país, también han perdido algo de esa conexión vital para entender a los venezolanos. Parece que políticos y dirigentes de toilette lanzan sus últimos tiritos antes de que la vorágine de las crisis se activen y desaten el esperado terremoto que nunca llegó, un terremoto político-económico que nadie hubiese querido ver llegar.
El régimen ante la constante negativa de una realidad que empieza a inundar al país de tragedias, mantiene la conexión con lo que es capaz de regalarle a los militares – a los que tienen que salir a reprimir – y la cuerda con la que tiene aguantado a el bastión de personas que trabajan en el sector publico: Sino marchas te boto, sino vas te quito tus prebendas, sino haces lo que te digo te jodes. Ya ven que al régimen se le acaba el pueblo y se le acaban los reales. Hay quien dice que el pueblo que le queda al régimen es el que sale a reprimir, militar o paramilitar, y los que siguen embobados con el discurso oficial o con la corrupción oficial.(Fuente: Noticias24 - Venezuela)
La oposición evidentemente esta partida en dos o tres toletes. De plano no es necesariamente un aspecto negativo porque le permite a los opositores asumir posiciones variopintas con el transcurrir del tiempo, las cosas pasan tan rápidas que cuando se caiga la paja del dialogo veremos a los que pidieron parar la protesta que vuelva y que se multiplique. El asunto de la oposición es que no se conecta con la gente, no se conecta con los venezolanos o dicho en palabras verdaderas, no se conecta con los estudiantes. Había cierto unísono en la gente opositora sobre la validez y acierto de un dialogo con un régimen dictatorial, a pesar de eso, los dirigentes salieron corriendo a sentarse con el régimen.
(Fuente: El Impulso - Venezuela)
Los que finalmente conectaron fueron los estudiantes y la gente. Jóvenes y pueblo. Aquí es donde está la conexión que nos permite disipar las sombras y ver un futuro menos comprometido, más esperanzador. Los estudiantes despertaron al pueblo y el pueblo mantiene despierto a los estudiantes. Se nota hasta en episodios de represión, donde los efectivos de la guardia nazional o la policía nazional, escuchan los argumentos de los jóvenes que deben proteger sus rostros encapuchados para no ser reconocidos, capturados y torturados.
Si el régimen ha durado estos 15 años es porque Chávez logró una conexión pocas veces vista entre un líder y buena parte del pueblo. Se vistió de caudillo y la gente lo siguió hasta donde no debió habernos llevado. Maduro trató de ponerse esa misma pinta y quedó para dictador. El régimen intenta retomar aquella conexión pero le es imposible, la oposición intenta… No sabemos que intenta.
(Fuente: La Patilla - Venezuela)
De nuevo quedan los estudiantes, quienes siempre han significado la conexión para un cambio a donde hayan tenido que salir. En casi todos los rincones del mundo, los estudiantes fueron la punta de lanza para que sociedades y países se animarán a cambiar. Aquí están ellos y tras ellos es que verdaderamente generaremos la Venezuela que se puede, la Venezuela que necesitamos.
Seguirán régimen y oposición jugando a cobrar y darse el vuelto. La gente, estudiantes y pueblo, seguirán perdiendo la paciencia y cuando pase, nos vemos.