Si llegó la hora de que abras tu propia página web, debes pensar en dos cosas: el nombre de tu dominio y cómo vas a alojar tu sitio web. El nombre dependerá principalmente del contenido de tu plataforma digital ya que siempre tiene que estar relacionado con los servicios, productos o temática de interés. En cuanto a cómo la vas a alojar, cuentas con diferentes opciones como el hosting compartido, un servidor dedicado y el hosting VPS Linux
En el hosting compartido el proveedor de este servicio alquila el espacio a diferentes clientes (páginas web) en un mismo servidor. Esto quiere decir que cada cliente dispondrá de un espacio determinado donde alojar su contenido, pero tendrá que compartir recursos del servidor con otros clientes. Algunos de los recursos que se pueden compartir son la transferencia mensual de datos, el ancho de banda, el procesador o la memoria RAM.
Otra opción consiste en un servidor dedicado. En este caso el cliente no comparte ningún recurso con otras páginas web ya que tiene disponibilidad total y exclusiva de los recursos disponibles del servidor. Esto hace que se mejore el rendimiento ya que únicamente un cliente puede hacer uso de todos los recursos del servidor.
En cuanto al vps hosting, es parecido al hosting compartido ya que usa el espacio de un servidor que dividió su servicio de almacenamiento en diferentes divisiones independientes. Sin embargo en este caso cada espacio virtual cuenta con su propio sistema operativo y no comparte recursos con otros clientes; es decir, tiene muchas de las ventajas de un servidor dedicado.
Por qué elegir un servidor virtual VPS Linux
Es cierto que en nuestro país el sistema operativo Windows funciona en la gran mayoría de dispositivos que usamos a diario. Pero elegir un servidor virtual VPS Linux también es una buena opción. De hecho, cada vez es más frecuente que cualquier acción que se lleve a cabo en internet sea posible gracias a Linux ya que la mayoría de los servidores de todo el mundo se decanta por este sistema operativo.
Una de sus ventajas es que no hace falta ser un experto en Linux ya que la gestión de los recursos es bastante sencilla. Aunque también hay que tener en cuenta que cuanto mayor memoria RAM tenga o más espacio en disco ofrezca, más caro resultará.
Otros costos que también hay que tener en cuenta son las licencias. En el caso de utilizar un servidor Windows habrá que pagar la licencia correspondiente. Pero esto no ocurre con Linux ya que es un recurso abierto, es decir sus recursos y herramientas se pueden usar sin que haya que pagar una licencia por ello.
Además permite el uso de diferentes programas que te ayudarán a gestionar tu servidor virtual VPS Linux con sencillos paneles de comandos desde los que podrás realizar una gran cantidad de tareas sin que necesites grandes conocimientos en terminales o líneas de comandos.
Por último, recuerda que a la hora de elegir tu servidor virtual los propios usuarios los de Linux comentan que éstos son más estables que los de Windows; de hecho pueden pasar semanas y meses sin que tengas que revisar la configuración. Asimismo un VPS Linux puede funcionar sin interfaz gráfica y no hace falta reiniciarlo después de una actualización.