La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) acusó ayer en tarde al gobierno de Nicolás Maduro de buscar un "régimen totalitario", al tiempo que reiteró su voluntad de mediar en el diálogo entre el oficialismo y sectores opositores para desactivar la ola de protestas en el país.
En un durísimo comunicado, leído por el arzobispo Diego Padrón, la CEV cargó contra el gobierno de Maduro por la "brutal represión de la disidencia política", las restricciones al derecho a la información y "la falta de políticas adecuadas para enfrentar la inseguridad jurídica y ciudadana".
Lamentó, asimismo, las muertes de civiles y de guardias nacionales, que suman 39 desde el 12 de febrero pasado, y rechazó la "criminalización de la protesta ciudadana y la negación práctica de los derechos humanos en el trato a los manifestantes".
"El Gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza", indicó la CEV e invita a los ciudadanos "a no permanecer indiferentes" y promover el diálogo y la reconciliación.
De acuerdo a la Iglesia venezolana, la "causa fundamental de la actual crisis es la pretensión del partido oficial y las autoridades (...) de implantar el llamado 'Plan de la Patria', detrás del cual se esconde la promoción de un sistema de Gobierno de corte totalitario".
Al ser consultado sobre una posible mediación de la Iglesia entre el Gobierno y sectores de la oposición, Padrón expresó que no le corresponde "decir cuándo, cómo y en qué medida" pueden ser mediadores.
"A nosotros nos corresponde ofrecer nuestro humilde servicio como facilitadores de un diálogo", apuntó. En esa línea, negó haber tenido algún acercamiento de parte del Gobierno para mediar en el diálogo y aseguró que la Iglesia venezolana puede emitir su opinión "con toda la libertad del mundo", aunque "puede ser interpretado por unos y otros de diversas maneras".
El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, expresó en declaraciones a la agencia española EFE que, aunque la CEV no ha tenido una contacto directo con Parolín, ex nuncio apostólico en Venezuela, sabe que tiene "muy buena voluntad de colaborar en la solución del actual conflicto del país".
Sobre las partes en conflicto, dijo que el Gobierno tiene una "muy seria responsabilidad en la conducción de la vida del país", mientras que la oposición "se siente acorralada con la persecución política",
Por ello, agregó, es necesario que el Gobierno atienda las "inquietudes" de sus adversarios para que exista una vida democrática y "fluida" en Venezuela. "Que dialoguen dos personas depende de ellos dos, no depende de lo que un tercero diga", sostuvo Urosa, quien descartó una visita del papa Francisco a Venezuela mientras continúe "este ambiente de turbulencia".
Desde el 12 de febrero, Venezuela atraviesa una ola de protestas contra las políticas del Gobierno de Maduro, que en algunos casos se han tornado violentas. El balance oficial hasta ahora es de 39 muertos y centenares de heridos y detenidos.