El presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa, enfrenta nuevamente (como ocurrió en el año 2010), un intento de desestabilización de su gobierno por parte de sectores de la derecha. El pretexto empleado en esta oportunidad para realizar protestas, son la Ley de Herencia y la Ley contra la Plusvalía, que establece un impuesto de 2,5 por ciento para herencias entre 35 mil 400 a 70 mil 800 dólares, y se aplicaría sólo al 2 por ciento de la población del Ecuador. A pesar que el mandatario anunció el 15 de junio el retiro temporal de ambas iniciativas para evitar más actos de violencia, aún continúa el llamado de la oposición a manifestar y a concentrarse en las calles, lo que evidencia que sus intenciones van más allá de oponerse a ambas legislaciones, sino buscan la salida del presidente constitucionalmente electo.
Para proseguir con su plan desestabilizador la oposición organizó una marcha en Guayaquil, promovida principalmente por el alcalde de esa ciudad, Jaime Nebot, a la acudieron algunos ciudadanos, quienes aseguraron que le ofrecieron el pago de 30 dólares, por su asistencia a la manifestación.
Es vergonzosa la actitud asumida por la oligarquía de ese país, de acudir a acciones de calentamiento de calle para llegar al poder. El mismo presidente Rafael Correa realizó un llamado a sus adversarios políticos a apegarse a la Constitución para buscar una salida al conflicto, por la vía electoral, mediante una consulta revocatoria. Dicha medida se encuentra establecida en el artículo 105 de su texto constitucional, el cual destaca: La solicitud de revocatoria del mandato podrá presentarse una vez cumplido el primero y antes del último año del periodo para el que fue electa la autoridad cuestionada. La solicitud de revocatoria deberá respaldarse para el caso de la Presidenta o Presidente de la República de un número no inferior al quince por ciento de inscritos en el registro electoral.
El presidente Correa advirtió que la estrategia que esta empleando la oposición en su país es conocida como “golpe blando”, ya ensayada en Venezuela, Bolivia y otros países progresistas. Explicó que la misma, tiene como primer paso tratar de generar malestar entre la población, para luego deslegitimar al gobierno con editoriales falsos y ataques en las redes sociales. La tercera y cuarta etapa, incluyen el calentamiento de las calles con las movilizaciones constantes de desafectos, para dar la impresión de que la nación está dividida. El llamado “golpe blando”, manifestó el mandatario, culmina con la fractura de la institucionalidad, hasta obligar a la renuncia del presidente, todo ello motivado por un aparente descontento ciudadano, y sin involucrar a las fuerzas castrenses.
Este modelo de “golpe blando” puesto en marcha contra los gobiernos progresistas de América Latina, cuenta con apoyo internacional. Así lo denunció el presidente del Ecuador, quien destacó que se han infiltrado “venezolanos reaccionarios” en su país como parte de la conspiración con apoyo internacional contra su gobierno. Por tal razón hizo un llamado a denunciarlos para mandarlos fuera del país.
Es importante destacar que el líder de la revolución ciudadana cuenta con amplio respaldo popular. Organizaciones sociales, indígenas y campesinas han expresado públicamente su rechazo a los intentos de desestabilización que promueve la derecha local contra el gobierno del presidente Rafael Correa y defienden los logros alcanzados para el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes. Igualmente el Consejo de Gobiernos Parroquiales Rurales de Ecuador (Conagopare), que agrupa 820 administraciones parroquiales, se declaró en vigilia permanente, acompañado de unas 15 mil personas.
La gestión del presidente Rafael Correa puede calificarse de exitosa por los logros hasta ahora alcanzados. Esto ha sido posible gracias la voluntad política de su gobierno de incrementar el gasto social e impulsar políticas públicas incluyentes en beneficio de los que ostentan menores recursos. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, en el año 2007, el porcentaje de personas pobres por ingreso era de 35,7 por ciento, cifra que ha descendido hasta llegar al 22,5 por ciento en 2014, lo que indica que más de un millón de ecuatorianos superaron la pobreza; mientras la pobreza extrema bajó del 16,5 al 8,5 por ciento en ocho años. En lo que respecta a la tasa de desempleo, ésta se ubicó en 4,15 por ciento de desempleados a nivel nacional. El salario, antes de la Revolución Ciudadana, era de 160 dólares, en la actualidad se ubica en 370 dólares. En materia de educación, la tasa neta de matricula en educación básica subió del 92 al 96 por ciento en siete años y el total de matriculados en el sistema público aumentó de dos millones 604 mil a tres millones 479 mil. En educación superior, Ecuador es el país que más invierte con 2,12 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), superando a Bolivia, Argentina y Uruguay, que se encuentran por debajo del 2 por ciento. En salud, más de 12 mil millones de dólares ha invertido el gobierno en los últimos 8 años, indican las cifras del Ministerio de Salud de Ecuador.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y el Secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, se pronunciaron en solidaridad con el Presidente Correa. La ALBA, a través de un comunicado, expresó su respaldo a la Revolución Ciudadana e instó a respetar las decisiones del gobierno ecuatoriano, los principios de soberanía y autodeterminación, en rechazo a cualquier intento de intervención extranjera. De igual forma, la ALBA recordó el compromiso de Latinoamérica con el derecho de cada Estado a determinar su propio sistema político, económico, social y cultural, como base de la convivencia pacífica entre las naciones. Por su parte, el Secretario de la Unasur, advirtió que el bloque regional “se opondrá firmemente” a cualquier intento de desestabilización al gobierno del Presidente Rafael Correa.
Además de la ALBA y la Unasur, líderes de la región, también han expresado su solidaridad con el Jefe de Estado del Ecuador. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló que así como los pueblos del mundo se unieron, y expresaron su solidaridad con nuestro país en la lucha contra el decreto imperial, con esa fuerza debemos unirnos, es la hora de activar toda la solidaridad, con el pueblo del Ecuador, y el Presidente Correa. Están tratando de aplicar lo que hicieron aquí en Venezuela en los años 2001 y 2002. Vamos, unidos a defender la democracia del Ecuador.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, también expresó su respaldo, indicó que el pueblo ecuatoriano ha sabido defender y estamos seguros sabrá defender su revolución, con el compañero Presidente Rafael Correa al frente de ese hermoso proceso revolucionario, siendo parte de esta gran unidad Latinoamericana y Caribeña en la CELAC.
El gobierno de Cuba expresó en un comunicado su solidaridad con el presidente Rafael Correa e instó a respetar el ordenamiento jurídico del Ecuador y a rechazar enérgicamente cualquier injerencia en los asuntos internos de ese país, en correspondencia con los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. El mandatario boliviano, Evo Morales, expresó su solidaridad con su par ecuatoriano, destacó que cuando surgen movimientos de liberación en América Latina y el Caribe interviene Estados Unidos. Ahora agreden a Venezuela y Ecuador.
La Revolución Ciudadana, liderada por Presidente Rafael Correa, al igual que la Revolución Bolivariana, liderada por el Presidente Nicolás Maduro, enfrentan actualmente ataques por parte de la derecha de ambos países, quienes apoyados por sectores de la derecha internacional buscan socavar los logros alcanzados por sus gobiernos en beneficio de los mas desposeídos, con el interés de tomar el poder, vulnerar nuestra soberanía y apoderarse de los recursos estratégicos de nuestras naciones.
Contamos con la ventaja que los pueblos tienen la madurez política suficiente para entender todo este proceso que estamos viviendo (operación de guerra psicológica y económica), y que la única forma de derrotar esta conspiración es manteniendo la paz y unión, no caer en las provocaciones y caos que quieren imponernos para justificar una salida anticonstitucional del mandato, que sólo beneficiaría a una minoría.
Carmen Victoria Montes
Internacionalista