
¿Sabes en qué se diferencia una historia de una narración o un relato? Si no puedes dar una respuesta exacta y precisa, no te sientas mal, yo no entendí el significado hasta no hace mucho. Ahora que finalmente logré aprender estos, quise compartirlo contigo, pues podría ayudarte mucho al momento de crear esquemas básicos de estructura de relatos.
Pero antes de comenzar con los esquemas, te explicaré algunos términos importantes. Primero, la diferencia entre «historia», «narración» y «relato». La historia es la materia narrativa, una secuencia de acontecimientos. La narración es la acción de contar acontecimientos, un acto de enunciación. Finalmente, el relato es la forma de la organización de la textualidad, la manera en que se cuenta.
Como escritores, debemos darle un enfoque especial al relato. Al fin de cuentas, lo que nos diferencia de otros es nuestro estilo de relatar las cosas. Todos los días usamos la narración y la historia, ya sea en las tareas de la universidad o en el mismo trabajo, hasta en lo más cotidiano, como conversar con un amigo mientras se toman un café. Pero es la forma la que nos hace únicos.
Para analizar un relato existen diversas estructuras que nos ayudan a reconstruirlo, y son las que explicaré. Aclaro, esto no es una receta de cocina donde necesitas seguir cada paso, es más bien una referencia que te puede ayudar a mejorar tu escritura cuando trates de organizar alguna trama. Son cinco esquemas que se recopilan en dos entradas (para no hacer esta tan larga), y aunque algunos se pueden parecer entre sí, por los elementos que combinan, son distintos.
LA ESTRUCTURA DEL CUENTO

Seguramente te sentirás confundido por el nombre de la estructura y el elemento final, ya que típicamente la moraleja está asociada a las fábulas (que suelen tener un esquema totalmente diferente). Lo importante es recordar el significado de la palabra «moraleja»: lección o enseñanza que se deduce de un cuento, fábula, ejemplo, anécdota, etcétera. A diferencia de la fábula, el cuento puede o no tener una moraleja y si es así, no necesita dejarlo tan explícito como la fábula. Pero es un elemento común encontrar en los cuentos una enseñanza transmitida, ya sea algo obvio u otra cosa que necesite un poco más de análisis entre las líneas.
RELATO DE ANILLO COMPLETO (o los cinco momentos del relato)

El relato es un modo de pensamiento que se encuentra en cualquier cultura, así que podría ser considerado un fenómeno universal. Estos cinco momentos del relato no son equivalentes a la falta de creatividad, por lo que me detendré para analizarlos por medio de unos cuantos ejemplos.
Comparemos dos relatos famosos que siguen esta estructura: El señor de los anillos y Avatar: la leyenda de Aang (la serie animada de Nickelodeon, no la película de James Cameron). Ambos tienen un mundo que se ve amenazado por un mal que destruye un equilibrio que ya estaba establecido. En El señor de los anillos el mal es el señor oscuro Sauron y en Avatar, la Nación del fuego. Los héroes (Frodo Bolsón y Aang) reconocen que había un equilibrio inicial que necesita ser recuperado, por lo que intentan restituirlo hasta que finalmente lo logran.
Los escritores deben esforzarse en ser creativos; y seguir esta estructura no es excusa para no hacerlo. Si se analizan ambos ejemplos desde esta perspectiva, encontramos similitudes. Pero no son una misma historia, ya que su ejecución es completamente diferente.
En El señor de los anillos, Tolkien muestra su enorme creatividad creando una trama donde presenta su mundo de fantasía con elfos, enanos, criaturas místicas e incluso se tomó la molestia de inventar varios idiomas. Eso sin mencionar sus obras poéticas, los dibujos y mapas de su mundo, entre otros elementos que enriquecen sus libros. Creación admirable que incluso hoy, 64 años después de su publicación, logra inspirar a millones.
La creatividad en Avatar se aprecia desde la apertura del programa, donde Katara explica cómo los cuatro elementos definen el mundo donde viven, ya que algunos humanos son capaces de controlarlos. El foco de atención va dirigido al avatar, una persona que nace en cada generación, que es capaz de controlar los cuatro elementos a la vez, es el encargado de mantener el equilibrio entre las naciones del mundo. Los creadores, Michael Dante y Bryan Konietzko, buscaron cómo crear su propio mundo con influencias del budismo, las artes marciales y el hinduismo. Inculcar todo eso en un programa animado familiar es admirable.
Ahora, crear un mundo original no es suficiente. Ambos ejemplos fueron capaces de presentar la trama con una secuencia coherente que captó la atención del espectador/lector. Los dos tienen la similitud de tener un relato con una estructura completa, donde recorren los mismos cinco pasos, pero sin parecerse entre sí.
Lo increíble de este esquema es que no es necesario recorrer los cinco pasos para crear un relato. El escritor puede, libremente, experimentar con el orden; pero la trama sí debería tener, por lo menos, tres de los pasos (o si son dos, que sigan una coherencia lógica). Por ejemplo, no podemos presentar la degradación del equilibrio y luego un intento por restituirlo. ¿Cómo podríamos intentar restituir algo sin siquiera saber cómo era en su origen?
No necesitamos seguir el orden establecido y somos libres de experimentar, solo tenemos que tener cuidado de no perder la coherencia lógica de los sucesos. Otras obras que usan este anillo completo son: Harry Potter, Star Wars, Full Metal Alchemist y Frankenstein.
TRANSFORMACIÓN

Esta tercera estructura es usada mayormente para ayudar al avance de la trama. Aquí hay una operación lógica que establece desde un principio un elemento que después cambia. Para entenderlo mejor, imagina que está Mengano caminando por la vereda, de regreso al trabajo, y de repente es secuestrado. Mengano pasó de ser libre a perder su libertad, y eso ya establece un camino para iniciar o avanzar con la historia. ¿Cómo intentará Mengano ser libre otra vez?, (volver a A).
Por ahora te dejo con estos tres esquemas que pueden ayudarte a crear tu propio relato. Como dije al principio, no es necesario seguir los pasos al pie de la letra, pero tener una referencia gráfica te ayudará a organizar tus pensamientos. En una próxima ocasión veremos la travesía del héroe y la retórica aristotélica, dos estructuras que sí o sí necesitas conocer en detalle.
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