El llamado “problema social”, que pensadores y políticos de finales del siglo XIX, en el periodo de la Restauración, intentaron atajar por medio de la beneficencia y de la caridad cristiana, tuvo una de sus expresiones más llamativas en la construcción de casas para pobres, una de las necesidades más acuciantes en el Madrid paupérrimo de la época.
La Constructora Benéfica, primeros pasos
La idea de crear la sociedad benéfica orientada a proporcionar a los trabajadores con escasos medios económicos viviendas higiénicas, cómodas y económicas, y además con la idea de inculcar en estas clases hábitos de orden y aseo, virtudes que, por su comportamiento y costumbres, no se les reconocían, partió de Concepción Arenal y de la Condesa de Espoz y Mina, y el motivo fue el de hacer efectivos dos importantes legados. Uno de 30.000 pts. que la Condesa de Krasinscky, de nacionalidad austriaca, entregó en 1874 al embajador de España en Paris Salustiano Olózaga para que se destinasen a beneficio de los trabajadores españoles. El otro de 7.425 pts. donados por Gertrudis Gómez de Avellaneda. A estas dos cantidades se sumaban 13.478,30 pts. importe de una suscripción hecha en París por iniciativa de Salustiano Olózaga. Encargado de su ejecución José Olózaga, hermano del embajador, y con la cooperación de su inspiradora Concepción Arenal se fundó esta asociación en Madrid el 28 de abril de 1875 en una reunión celebrada en el Ayuntamiento bajo la presidencia del Conde de Toreno, alcalde por aquel entonces de la capital.
La primera actuación de La Constructora Benéfica fue en 1883, en el barrio del Pacífico, en la calle particular de la Caridad
Socios fundadores y socios numerarios
La Constructora Benefica fue el primer ensayo serio que existió en España para resolver la cuestión de las viviendas baratas con el fin de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores manuales, la mayoría empobrecidos a pesar de tener trabajo.
Además de Concepción Arenal, hubo otros muchos defensores de la filosofía de la beneficencia como Andrés Borrego y Francisco Méndez Álvaro, artífices de sociedades benefactoras que el propio Estado se encargó de canalizar a través de la Ley de Beneficencia de 1849, que encargaba su organización a las Juntas Municipales.
La sociedad caritativa La Constructora Benéfica había sido creada principalmente gracias al impulso de Concepción Arenal, pero en su sesión fundacional participaron un total de 32 personas, entre otras, el citado alcalde de Madrid conde de Toreno, el marqués de Santa Cruz, los marqueses de Urquijo, el marqués de Retortillo, el duque de Fernán Núñez y el conde de Guaquí. Igualmente, participaron con donativos la condesa de Krasinski, la condesa de Espoz y Mina, la marquesa de la Coquilla y Gertrudis Gómez de Avellaneda; políticos como Moyano, Castelar y Sagasta; la Casa Real y numerosos profesionales liberales; así como el Ayuntamiento de Madrid, la Diputación Provincial y la Compañía de Ferrocarril del Mediodía, además de los anteriormente citados el entonces embajador en la capital francesa Salustiano de Olózaga y José de Olózaga.
Los socios se dividían en fundadores y numerarios. Los estatutos establecían los modelos de vivienda y el tipo de financiación, alternándose la construcción unifamiliar con la colectiva. Los estatutos de La Constructora fijaban entre sus objetivos el de construir viviendas unifamiliares para su venta o alquiler, viviendas colectivas solo en alquiler y adquirir casas “dedicadas al alojamiento de la clase pobre, a fin de transformarlas en habitaciones cómodas, higiénicas y económicas para su simple arriendo”. También se establecían las condiciones de alquiler y los plazos para conseguir la propiedad de la vivienda: ocho, doce, dieciséis o veinte años.
La sociedad caritativa La Constructora Benéfica había sido creada principalmente gracias al impulso de Concepción Arenal
La Constructora Benéfica, sus obras
La primera promoción de La Constructora Benéfica se realizó en el barrio de Pacífico, en la calle de la Caridad, muy cerca de la estación ferroviaria del Mediodía, para aproximar la vivienda al lugar de trabajo de los destinatarios de las casas, que se empleaban en los talleres de la Compañía del Ferrocarril del Mediodía.
La primera promoción: las casas de Pacífico
En las casas del barrio de Pacífico se contemplaron dos modelos constructivos, uno de viviendas unifamiliares y otro de pisos colectivos. En una primera fase se edificaron cuatro casas de vivienda colectiva de tres plantas, dos a cada lado de la calle, con cuatro viviendas por planta, lo que hacía un total de 48 viviendas. La estructura era idéntica en todas y constaban de entrada, cocina, dos habitaciones y retrete de uso común en el exterior junto al patio. En las fases posteriores se construyeron 22 viviendas unifamiliares a doble altura, haciendo un total de 26 las edificaciones y de 70 las viviendas.
La segunda actuación de La Constructora Benéfica se realizó en 1883 en el barrio de Bellas Vistas, en Cuatro Caminos
Cuatro Caminos, Bellas Vistas y Puerta de Toledo
La segunda actuación de La Constructora Benéfica se realizó en 1883 en el barrio de Bellas Vistas, en Cuatro Caminos, en la manzana formada por las calles de Pedro Barreda, Carlos Rubio, Tenerife y Almansa, en la que se abrió una calle que se llamó de la Constructora Benéfica (hoy Garellano) y que se juntaba con el camino de Leñeros que avanzaba hacia el oeste. En este entorno, en la actual calle de Avelino Montero Ríos, continuación de Alvarado y parte del antiguo camino de Leñeros, se construyeron 18 viviendas unifamiliares a doble altura y patio trasero, amortizables a veinte años para posibilitar que los inquilinos pudieran adquirirlas.
En estos terrenos, que aún estaban desocupados, se empezaron a construir en 1918 a cargo del arquitecto Ignacio Aldama, un total de 34 casas con entrada por la calle de La Constructora Benéfica de tipología unifamiliar y de dos plantas, con su jardincillo en el interior. Estas casas se dieron unicamente en alquiler entre 25 y 30 ptas. mensuales, con la condición de que, cuando fuera necesario pudieran concederse en amortización por el número de años que se estimara conveniente. Pero como estas casas acabaron siendo demasiado caras para las clases más modestas, se probó también con la edificación en el número 33 de la mencionada calle (hoy Garellano) de una casa de vecindad con 8 viviendas.
Es importante destacar el hecho de que mientras que las casas del barrio de Pacifico fueron muy solicitadas y estuvieron ocupadas constantemente, en el de Bellas Vistas (Cuatro Caminos) hubo dificultades de alquiler y muchos inquilinos las abandonaban enseguida, debido al alto precio de las mensualidades, lo que obligó a la Sociedad a publicitarlas en periodicos, carteles y anuncios y también a estudiar un nuevo sistema de alquiler y a ampliar los plazos de amortización a 25, 30 y 35 años para
aquellos inquilinos que prefirieran pagar alquiler y amortización.
Durante diez años la Constructora sufrió una paralización en sus edificaciones, centrando sus actividades en la búsqueda de nuevos terrenos, a pesar de contar todavía con suelo para construir en Bellas Vistas .
El 9 de diciembre de 1920 se inauguró en la calle de Tenerife un grupo de 16 casas realizado con fondos de la testamentaría de la marquesa de la Coquilla.
En 1889 La Constructora Benéfica había construido ya 86 viviendas de las que 26 habían pasado a ser propiedad de sus inquilinos. Tras un periodo de inactividad, de 1893 a 1897, se construye una casa colectiva para alquilar con 13 viviendas en la calle de la Solana (hoy desaparecida), esquina a la del Águila, cerca de la Puerta de Toledo.
Calle Tenerife_Constructora Benefica_2010
" aria-describedby="caption-attachment-2891" data-orig-size="684,842" sizes="(max-width: 500px) 100vw, 500px" data-image-title="Calle Tenerife_Constructora Benefica_2010" data-orig-file="https://urbancidades.files.wordpress.com/2008/08/calle-tenerife_constructora-benefica_2010.jpg" data-image-meta="{"aperture":"2.9","credit":"","camera":"FinePix S6500fd","caption":"","created_timestamp":"1271160442","copyright":"","focal_length":"6.8","iso":"100","shutter_speed":"0.0055555555555556","title":""}" data-medium-file="https://urbancidades.files.wordpress.com/2008/08/calle-tenerife_constructora-benefica_2010.jpg?w=244" data-permalink="https://urbancidades.wordpress.com/2008/08/07/tetuan-de-las-victorias-ayer-y-hoy-de-un-barrio-de-madrid/calle-tenerife_constructora-benefica_2010/" alt="Calle Tenerife_Constructora Benefica_2010" srcset="https://urbancidades.files.wordpress.com/2008/08/calle-tenerife_constructora-benefica_2010.jpg?w=500 500w, https://urbancidades.files.wordpress.com/2008/08/calle-tenerife_constructora-benefica_2010.jpg?w=122 122w, https://urbancidades.files.wordpress.com/2008/08/calle-tenerife_constructora-benefica_2010.jpg?w=244 244w, https://urbancidades.files.wordpress.com/2008/08/calle-tenerife_constructora-benefica_2010.jpg 684w" class="alignnone size-full wp-image-2891" data-large-file="https://urbancidades.files.wordpress.com/2008/08/calle-tenerife_constructora-benefica_2010.jpg?w=500" />Entre 1907 y 1925, La Constructora adquirió unos terrenos en La Guindalera, en la esquina formada por la calle de Cartagena y el Camino de Canillas, en la confluencia con la actual Avenida de América
Colonia de La Guindalera
Entre 1907 y 1925, La Constructora adquirió unos terrenos en La Guindalera, en la esquina formada por la calle de Cartagena y el Camino de Canillas, en la confluencia con la actual Avenida de América. Se construyó una colonia de 26 viviendas unifamiliares en torno a las desaparecidas calles de los Gremios y de la Consolación. De esta promoción no queda ningún vestigio.
Trayectoria de La Constructora Benéfica
La labor de La Constructora Benéfica se mantuvo con éxito hasta el primer cuarto del siglo XX gracias al mecenazgo y a las ayudas del Estado que participó a través de la ley de 9 de enero de 1877, de exención de impuestos y contribuciones para las asociaciones benéficas.
Paradójicamente, La Constructora Benéfica también se aprovecharía en los inicios de las ventajas de las leyes de Casas Baratas a partir de 1911 que aunque llegaron a subvencionar hasta un 25% del presupuesto total de diferentes actuaciones, acabaron por minar el objetivo de la sociedad al verse obligada a competir con promotores que manejaban presupuestos mayores y que orientaban su oferta a las emergentes clases medias con presupuestos superiores. De esta manera, las leyes de Casas Baratas colaboraron para que la compañía con el tiempo perdiera su razón de ser y acabara practicamente por cesar su actividad. Del mismo modo, cuando fue necesario recurrir al crédito, hubo bancos que les ofrecieron préstamos a bajo interés, que a la larga consumieron los fondos, siempre escasos de la sociedad.
Al menos hasta 1990 la Constructora Benéfica seguía dada de alta como sociedad mercantil con sede social en la calle de Trafalgar nº l, I º Izda. de Madrid. Aunque en 1903 se dió por extinguida la Sociedad, en 1904 se retomó la actividad. Hasta 1972 siguieron construyendo viviendas baratas para obreros. Pero a partir de esa fecha no se realizó ninguna construcción, ni se adquirieron nuevos terrenos por falta de recursos economicos, limitándose tan solo a vender los pisos levantados en periodos anteriores.
Referencias.-
de San Antonio Gómez, Carlos
La Constructora Benéfica
Un siglo de vivienda social 1903-2003. Tomo I (págs. 58-61).
VV. AA.
Carlos Sambricio (ED.)
Barreiro pereira, Paloma
Casas Baratas. La vivienda social en Madrid 1900-1939
COAM, Madrid, 1991
Cabeza Sánchez-Albornos, Sonsoles
La Constructora Benéfica 1875-1904
Madrid en la sociedad del siglo XIX Vol. I
Consejería de Cultura. CAM
Madrid, 1986
“Chalets” Adosados del siglo XIX en el barrio de Tetuán (Blog Urban Idade, 2008)