La consultora: Cómo McKinsey dirige el mundo

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Sinopsis

McKinsey es la consultora más prestigiosa e influyente del mundo. Gana miles de millones asesorando a empresas y gobiernos que recurren a sus servicios para maximizar sus beneficios y mejorar la eficiencia. Su filosofía empresarial consiste en hacer que el mundo sea un lugar mejor y su prestigio atrae a los talentos más prometedores de las universidades de élite. Sin embargo, poco se sabe de ella, pues el secretismo es uno de los principales valores de la institución.

Este libro, fruto del largo trabajo de investigación de dos galardonados periodistas del New York Times, desvela cuál ha sido la implicación de la empresa en algunos de los escándalos más importantes acaecidos en los últimos años. Con un acceso sin precedentes a archivos y testimonios clave, los autores exponen la implicación de la consultora en casos como la crisis de opiáceos en Estados Unidos, las políticas migratorias de Donald Trump, la promoción de la industria del tabaco y de los combustibles fósiles, así como su relación con tiranías y gobiernos corruptos de toda índole, entre muchos otros.

La consultora no solo pone al descubierto los numerosos conflictos de interés, la codicia desmesurada y la cuestionable ética con la que actúa McKinsey, sino que el caso sirve como reflejo de un capitalismo disfuncional en el que la economía productiva ha sido sustituida por la especulativa.

«Los valores

 son la base de nuestra organización»

Introducción

Cuando llega McKinsey

(…) durante décadas, McKinsey se había forjado entre sus clientes una reputación de empresa que proporcionaba soluciones científicas a problemas complejos. Compañías de primer orden y gobiernos de todo el mundo contrataban a sus consultores (…) creían que McKinsey tenía la sabiduría y los recursos de los que carecían sus directivos.

(…) los asesores de gestión sirven sobre todo para legitimar los objetivos de los clientes: “A los clientes les gusta que les digan que están haciendo lo que tienen que hacer” (…)

«Este no es el final.

No es ni siquiera el principio del final,

 pero es, quizás,

el final del principio»[i]

¿Son tan malas “toxicas” las consultoras como algunos se empeñan en reseñar?

¿Somos tan buenos “nuestros resultados” como los consultores afirmamos?

Ni gato blanco, ni gato negro —lo importante es cazar ratones—[ii], pero no a cualquier precio. McKinsey no hubiera llegado hasta donde ha llegado siendo el malo de la película… en todas las casas hay garbanzos negros que escapan al control del departamento de compliance, pero no por ello debemos de decir que esta o aquella consultora es en sí ese garbanzo.

Walt Bogdanich y Michael Forsyte nos presentan en la consultora una extensa obra de investigación, que creo debemos leer los profesionales a la vez que muchos directivos que pueden ser nuestros clientes. ¿Por qué leer la consultora? Se pueden extraer muchas enseñanzas positivas y negativas, después cada uno en su empresa deberá decidir que puentes cruzar y cuales derruir, pero primero hacerse preguntas:

¿Por qué dejar trabajar con este cliente?

¿Qué me aporta como consultora trabajar para la compañía X?

¿Cómo entenderá el mercado que le trabajemos a la empresa Y?

¿Cómo se puede ver afectada nuestra reputación por un escándalo de un cliente?

-   ¿Nos puede arrastrar?

«Necesitamos atletas.

Se trata de soportar el dolor,

 pero también de pensar solo en el equipo,

 en la victoria»

A los estudiantes universitarios más inteligentes y mejor pre- parados, un puesto de trabajo en McKinsey & Company puede parecerles una forma de conseguir dinero y prestigio, así como una oportunidad de demostrar su valía resolviendo los problemas más difíciles del mundo empresarial.

Como consultora de gestión, McKinsey no tiene rival, y actúa como tal. Cuando convoca plazas cada año, se presentan hasta 200.000 solicitudes, y contrata al 1 o al 2%, trabajar en McKinsey, aunque sea poco tiempo, es un pasaporte de por vida al sector empresarial y gubernamental, gracias a la extensa red de exempleados de la firma que hay por todo el mundo.

«No dejes lo importante para el final»

Epilogo

Entre los muchos retos que plantea escribir un libro sobre McKinsey, el principal es el secretismo que rodea a la consultora, que es la base sobre la que se erige su negocio. A los consultores se los programa, desde sus primeros días en la empresa, para que no digan nada públicamente sobre sus clientes ni sobre lo que les aconsejan. Y la mayoría se toman muy en serio ese compromiso. Décadas después de que los empleados hayan abandonado la firma, ya sea en buenos o malos términos, siguen mostrándose reacios a incumplir esa promesa.

(…) McKinsey solo rinde cuentas a sus clientes, que esperan que sus vulnerabilidades, errores y estrategias empresariales (…) sus secretos— sigan siendo eso, secretos (…)

El estilo laxo de gestión de McKinsey ha permitido que sus consultores hayan ganado mucho dinero promocionando productos adictivos, recomendando políticas que contribuyen a la desigualdad de ingresos y trabajando para malos de la película de la escena internacional, incluidos los grandes contaminadores. Nadie duda del deseo de la consultora de hacer el bien, de contribuir a algo (…) encontrar la forma de hacer menos daño.

«Señores,

hagan su trabajo,

solo su trabajo,

pero todo su trabajo»[iii]

La consultora

Cómo McKinsey dirige el mundo

Walt Bogdanich

Michael Forsythe

Península

Link de interés

• El legado de Arthur Andersen: Un modelo de culto a la excelencia

• Manual del Consultor de Dirección

• Ética en el gobierno de la empresa

• Códigos de conducta empresarial ¿Pueden contribuir al desarrollo ético de los empleados?

«No seas malvado»[iv]

ABRAZOTES

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[i] Winston Churchill

[ii] Lo único importante es cazar ratones

[iii]Santiago Losada

[iv] Google