Vivimos una situación en el que todo tipo de empresas se encuentran sumergidas en un entorno ciertamente complicado, donde el impacto de la pandemia ha hecho replantear los planes de contingencia y definir nuevas estrategias de negocio con el fin de, en muchos casos, asegurarse la viabilidad del negocio, y sentar nuevas bases para afrontar la vuelta a la semi- normalidad con un alto grado de incertidumbre
CEDEC, empresa de consultoría líder en Europa en gestión, dirección y organización para empresas familiares y pymes, ha publicado recientemente los resultados de una encuesta realizada entre clientes y empresarios de diversos países europeos, con el objetivo de obtener una radiografía de la situación general a raíz del impacto del COVID-19 en todas ellas.
La encuesta, realizada entre el 30 de marzo y el 20 de abril de 2020, se ha efectuado en una muestra de más de 200 empresas con un volumen de facturación superior a los 2 millones de euros de España, Francia e Italia, con una ratio de empleados de entre 10 y 250 trabajadores de sectores de actividad diversos, principalmente del sector servicios, el comercio, la construcción, la electrónica y el metalúrgico.
A estos empresarios se les hicieron una serie de preguntas relacionadas con la situación económica actual de sus negocios, cómo afrontaban los próximos meses y los efectos que tendría la pandemia en el futuro. Las principales conclusiones fueron:
Situación en tiempos de crisis
Las primeras decisiones tomadas por las empresas fueron el cierre de su actividad, afectando a un 17% en España y un 19% en Francia, frente al 38% en Italia, primer país europeo en notar de forma más generalizada los efectos de la pandemia.
La aplicación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se dio en mayor porcentaje en Francia, con un 35%, seguido de España e Italia. La opción del teletrabajo ha sido la más seguida en España (51%), seguida de Italia (37%) y Francia que, con un 29%.
Disminución de la facturación
España es el país que, con los datos obtenidos, más ha sufrido un descenso en la facturación, con un 31% que asegura haber notado entre el 90 y 100% una reducción de ingresos. En cambio, los países cuyas empresas aseguran no haber notado nada o casi nada los efectos del COVID-19 en sus resultados empresariales (entre el 0 a 10%) son Francia e Italia, ambas con un 18%, frente a las empresas españolas, con un 5%.
Desafíos a los que se enfrentan las empresas
De forma unánime en todos los países, el principal reto al que se enfrentan las empresas se refiere a la incertidumbre y dificultad para predecir escenarios futuros. Detrás se encuentran otros factores como la interrupción del transporte de mercancías y las restricciones de movilidad. Cabe destacar que el impacto en la moral de los trabajadores y el descenso de la confianza en los clientes arroja cifras superiores a la falta de financiación o liquidez, con un porcentaje del 12% en España, muy seguida de Italia con un 10% y Francia, con 9%. A la cola quedan aspectos como las acciones de marketing o comunicación que, según datos obtenidos, aparecen como irrelevantes en estos momentos.
Duración del impacto de la crisis
España es el país que pesimista a la hora de valorar la duración del impacto que esta crisis tendrá sobre la economía por encima de Francia e Italia. Así, el 61% de las empresas encuestadas en Francia e Italia opinan que el impacto de la crisis tendrá una duración de entre 1 y 6 meses frente al 44% en España. De 6 a 12 meses de duración refleja resultados del 28% en España, 19% en Francia y un 17% en Italia. España es el país cuya expectativa de mayor duración para la recuperación ofrece peores resultados, con 26% que cree que tardaremos más de un año para salir de este bache.
Medidas adoptadas por las empresas
Entre las medidas más utilizadas por las empresas francesas se encuentra la adaptación de nuevas modalidades de trabajo, ya sea la introducción del teletrabajo, la flexibilidad horaria o el trabajo a tiempo parcial. Datos similares arrojan las respuestas en España e Italia, donde también son relevantes aspectos como la confección de gabinetes de crisis, la implementación de planes de contingencia y el uso de asesorías legales para hacer frente a aspectos técnicos para la toma de decisiones.
Como medidas previstas, se encuentran aspectos como la modificación de los objetivos empresariales, la búsqueda e identificación de nuevos canales de venta.
Como medidas no previstas, además del aumento de las inversiones, se observa que la intención de despidos permanentes no se contempla como una opción en estos momentos, algo que refleja el deseo por mantener el capital humano en la empresa tras estos meses de incertidumbre, datos bastante comunes en los 3 países analizados.
¿En qué cambios estructurales o procesos se espera cambios duraderos en el futuro?
Entre las medidas con mayor porcentaje de votos, tanto en Italia (21%) como en España (14%), se encuentra la necesidad de disponer de liquidez para reiniciar el negocio y darle mayor viabilidad, necesario para futuros planes de crecimiento en próximos años. En Francia, la principal medida que esperan adoptar, con un 16%, se sitúa la preocupación por aprender de esta situación para hacer frente a nuevas crisis.
El teletrabajo es un cambio que parece que ha llegado para quedarse, con un 11% como opción seleccionada en España, un 9% en Francia y 8% en Italia.
La política de viajes y de movilidad geográfica se verá sin duda afectada los próximos meses, lo cual se ve reflejado por los datos de los encuestados en España (12%) frente a un 7% en Italia y un 6% en Francia.
Principales preocupaciones de las empresas
Sin lugar a dudas, la incertidumbre y la capacidad de proyectar la empresa en un futuro es la principal preocupación tanto en las empresas españolas como francesas e italianas. En España e Italia se observa un mayor grado de desconfianza en la gestión gubernamental de la crisis que en Francia. Aparecen indicadores como aspectos financieros relacionados con la capacidad de tesorería suficiente, el mantenimiento del empleo y de la demanda existente que había antes del inicio de la crisis. Aspectos como las condiciones de salud y nuevas medidas de seguridad que se deberán adaptar aparecen como relevantes ante esta fase de nueva normalidad que se espera una vez superada la situación actual.
CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, se suma a las afirmaciones de que esta situación de crisis sanitaria generada por el COVID-19 derivará en una crisis económica sin precedentes. Para minizar los efectos, los líderes de las empresas han de ser los responsables de aprovechar todos los instrumentos a su alcance y, con las herramientas necesarias, planificar una estrategia para hacer frente a esta situación y adaptarse al nuevo escenario que se vislumbra, trabajando unas sólidas bases para alcanzar la excelencia empresarial.
Fuente Comunicae