Si no ceden las dos partes no hay solución
Hace unos días publicaba la prensa una entrevista con unos homosexuales israelíes que contaban, con gran tristeza, que unos amigos suyos de otros países les decían que nunca más volverían a participar en la manifestación del orgullo gay en Jerusalén, y que además los llamaban asesinos…
Es desconcertante y preocupante cómo la ideología termina por esclavizar a la persona, hasta el punto de que ésta llega a pensar, hacer y decir sólo lo que la ideología le dicta sin tener en cuenta ni detenerse en razones, argumentos o lógica. Así, sorprende que haya homosexuales que estén defendiendo una cultura totalmente contraria a su elección vital. Es algo tan contradictorio como el hecho de ver a participantes en manifestaciones del orgullo gay luciendo camisetas con la efigie de Che Guevara, quien manifestó siempre que pudo (y lo dejó por escrito) su odio absoluto a todo homosexual, y fusiló a todo el que tuvo a su alcance. Es como si en una manifa del Partido Comunista se viera manifestantes con camisetas con la jeta de Hitler.
Cualquiera de estos que llaman asesinos a los gais judíos sabe que, en cualquier país o territorio de religión y tradición musulmana, al poco de ser detectado y señalado como homosexual, sería condenado y colgado de una grúa sin contemplaciones. Por no detenerse en el trato que las mujeres sufren en los países y territorios musulmanes, en algunos de los cuales se apalea hasta la muerte a las jóvenes que no llevan bien puesto el velo. Además, muchos de los israelís están en contra de la actitud de su gobierno (muchos más de los que la prensa muestra); y también es un hecho que hay cientos de miles de palestinos que viven en Israel, tienen nacionalidad israelí y mantienen sin problemas su religión musulmana.
Los que acusan a todos los israelíes lo hacen por lo que hace su ejército contra los civiles inocentes de Gaza. En primer lugar hay que tener en cuenta que las cifras de muertos en este territorio las da el grupo terrorista Hamás, cifras que divulga incluso la ONU como ‘oficiales’, como ciertas…, sin embargo no parece muy inteligente creerse a ciegas lo que diga una banda terrorista (además, si se miran las cifras que proporciona Hamás, casi siempre están entre los 250-300 muertos diarios, haya combates, tiros, bombardeos o no). Es decir, usan muy bien la propaganda. En este sentido, uno de sus líderes, Yahya Sinwar, declaró recientemente que eran “sacrificios necesarios, pues con ellos ganamos el apoyo de gran parte de la población occidental”; es decir, el tipo parecía encantado con las bombas israelíes y las víctimas gazatíes, las cuales se convierten en propaganda valiosísima.
También es necesario recordar que las últimas elecciones ‘limpias’ que hubo en Gaza las ganó Hamás con el 75% de los votos, lo que indica que la gran mayoría de la población apoya sus métodos y está dispuesta a colaborar. Y que el grupo terrorista utiliza a sus propios como escudos humanos para luego exhibir las fotos (incluyendo una de un niño muerto que ha aparecido como víctima en bombardeos sucesivos).
Los conflictos suelen ser mucho más complejos de lo que se piensa. Es innegable la brutalidad de Israel en sus respuestas-represalias, pero los terroristas de Hamás también hacen todo lo posible por buscar esas represalias y se esconden entre una población que mayoritariamente los apoya (obligada o por convicción). Es necesario un acuerdo, o sea, cesión por ambas partes. Algo verdaderamente difícil actualmente.
CARLOS DEL RIEGO