Tras la noche del domingo al lunes, la de la entrega de los Oscar, me levanté recordando un sueño reciente. Había estado soñando durante bastante rato, o al menos eso me pareció, con la película `Réquiem por un sueño´, dirigida por Darren Aronofsky, que aquella noche estaba nominado como Mejor Director por `Cisne negro´, filme que al final obtuvo el premio a la Mejor Actriz gracias a Natalie Portman. Durante mi sueño, juro que es cierto, veía de nuevo `Réquiem por un sueño´, y, siendo una película tan extrema y paranoica, en mi sueño lo era aún más, porque ya sabemos que al soñar deformamos los recuerdos y los deseos. Sin embargo, aunque había variantes en algunas escenas, la música continuaba siendo la misma. Lo recuerdo perfectamente. La banda sonora que compuso Clint Mansell no es de las que se olvidan.
Después de la ducha, instalado ya frente al ordenador, recordé el sueño mientras consultaba la lista de los Oscar. Evocar `Réquiem por un sueño´ me llevó a recordar la contundente novela en la que se basa, escrita por Hubert Selby, Jr. De Selby, que aún continúa siendo una especie de autor maldito en España porque no se han traducido todos sus libros, existen estas novelas al alcance del lector: `Última salida para Brooklyn´ (en Anagrama y en Círculo de Lectores), `Réquiem por un sueño´ (en Sajalín Editores) y `La habitación´ (en Ediciones Escalera). Ésas son, al menos, las que yo tengo y he leído. Porque luego existe, se supone, una traducción de la Editorial Montesinos: la de `El demonio´, que en el ISBN data de 1988. Ese libro, sin embargo, no he sido capaz de encontrarlo. Y eso que he rastreado librerías de viejo, librerías on line y bibliotecas de toda España. Ni siquiera lo tienen en la Biblioteca Pública de Zamora, donde hay tantos tesoros: lo digo porque en esta biblioteca adquirieron, por ejemplo, los primeros libros de John Fante traducidos al castellano, cuando Fante aún no era conocido aquí y ni siquiera Anagrama se había empezado a ocupar de su obra. Y fue gracias al préstamo de aquella biblioteca de mi tierra que yo pude leer por vez primera las novelas `Espera a la primavera, Bandini´ y `Pregúntale al polvo´. Algunas veces suelo buscar en la red ese libro de Selby antes citado, `El demonio´. Sin éxito. Mis rastreos no solían dar resultado, y una vez incluso se lo pedí a los editores de Montesinos, pero no les quedaba ni un ejemplar.
Aquella mañana, después de esa noche de los Oscar y después de soñar con la película `Réquiem por un sueño´, mi búsqueda dio resultado: supe que `El demonio´ va a ser editada de nuevo por los editores de Huacanamo, y con un nuevo traductor al frente, Miguel Merino, quien acaba de publicar en esta editorial su poemario `Hierros invisibles´. Por si fuera poco, el año que viene yo mismo publicaré un libro en Huacanamo, con lo cual todo queda en casa y un círculo se cierra. Es como si el sueño hubiera sido premonitorio. Si aún quedan lectores que busquen emociones fuertes y quieran conocer el auténtico dolor encerrado en la página, Hubert Selby debería ser uno de sus autores de cabecera. Es cierto que sus libros no son fáciles: la frase es larga, los personajes sufren mil tormentos y adicciones y uno lo pasa mal con sus padecimientos y con esos pasajes donde se describen actos violentos e innumerables aberraciones, pero el lector no olvida jamás la experiencia. Les recuerdo los títulos: `Última salida para Brooklyn´, `Réquiem por un sueño´ y `La habitación´. Y, pronto, espero: `El demonio´. Ese libro que llevo años buscando.
El Adelanto de Zamora / El Norte de Castilla