Muchos pensarían que seguir la Copa de Oro de la CONCACAF es tener mucho tiempo libre. Además, habrá gente que piense que no es un torneo de nivel, y que México y Estados Unidos han llegado a la final porque no hay rival posible en esa Federación. Y ninguno se equivocaría (excepto los primeros). Países como Granada, Guadalupe, Cuba, formaron parte de ésta edición. Países, que no llegarán nunca a un Mundial de la FIFA, o quién sabe.
Por otra parte, participaban los tres representantes mundialistas de Sudáfrica de ésta generación, los dos finalistas y Honduras, que en el torneo llegó a las semifinales, en las que cayó eliminado por México por 2-0.
Como es lógico en un torneo de éstos, con tantas "cenicientas", durante el mismo hubieron goleadas de esas sonrojantes. Por ejemplo, México metió 14 goles en los tres partidos de su grupo (5-5-4) y en ese mismo grupo hubo otros 5-0, y hasta un 6-1, que le endosó El Salvador a Cuba. Pero la mayor goleada del torneo la consiguió Honduras, que le metió un 1-7 a la selección de Granada. Con resultados como éstos, se entiende que no hubo mucha sorpresa, por no decir, que fue todo como estaba previsto.
Y el partido más interesante, sin duda, la final. Estados Unidos salió en tromba y a los 20 minutos de iniciarse el partido ya iba ganando por 2-0 con goles de Michael Bradley y Landon Donovan. El jugador "Premier" Pablo Barrera y el deportivista Andrés Guardado pusieron el empate antes del descanso, y demostraron que no estaban muertos. Y ya en la segunda parte, un nuevo gol de Barrera, y Dos Santos, pusieron el definitivo 2-4 con el que acabó el partido. México conseguía su sexta Copa de Oro. Y por enésima vez, se enfrentaban por el título éstas dos selecciones.
Los premios finales individuales del torneo fueron para dos países. Javier "Chicharito" Hernández se llevó los galardones de Jugador Más Valioso, y de Máximo Goleador. La selección de México en conjunto se llevó el premio al Juego Limpio. Y el hondureño Noel Valladares fue nombrado el Mejor Guardameta.