Revista Opinión
Yo la llamo “La Cólera de Dios”, pero reconozco que es una ira completamente justificada, porque lo juro por tos mis muertos que los madrileños y afines se la merecen toda.
Esta tía tramposa que ganó sus primeras victoriosas elecciones haciendo trampas y que, desde entonces, no ha hecho otra cosa, no es más tramposa y cerda porque no puede, pero ella lo intenta, no deja de hacerlo un sòlo instante.
Es tan mala persona y tan peligrosa que sólo hay que verle la cara de bruja arrugada para darse plena cuenta de toda la mala leche que tiene.
Tanta es su peligrosidad y mala leche que todos sus compañeros de partido que la conocen muy bien la temen mucho más que a una puñetera vara verde, porque no sólo es capaz de hacerte espiar las 24 horas del día sino también de extraer de su labor de espionaje las peores consecuencias para el espiado, véase, si no, lo que decía el último de los que se supo sometido a su poderosa lupa, el vicealcalde de Madrid con el ínclito Gallardón, el famoso Manuel Cobo, que afirmó rotundamente que no sólo temía por su vida sino también por la de sus hijos y sólo porque se había atrevido a llevarle la contraria en no sé qué asunto.
Que conste, eh, que yo no digo que tenga nada que ver, pero Cobo sufrió un día un accidente de circulación que no le costó la vida de milagro. Coincidencias de esta puñetera y asquerosa vida.
El caso es que esta tramposa radical que hace trampas incluso cuando no quiere ha engañado también a sus queridos compañeros de partido nada más y nada menos que en mil millones de euros en eso del déficit, con lo peligroso que es un engaño de esta naturaleza puesto que puede acabar danto al traste con la poca confianza que nos tienen ya nuestros queridos compañeros de la Unión Europea, entre ellos, las señora Merkel, que parece también una tía a la que hay que echar de comer aparte, ya que parece que todo lo que está haciendo con Europa no tiene otra finalidad que mejorar la situación de la jodida Alemania que no sólo no está en recesión sino que ha iniciado ya un despegue económico, dicen las malas lenguas que a expensas del hundimiento del resto de los países de la puñetera unión.
Pero estábamos hablando de la otra bruja de la cara arrugada y decíamos que ahora anda haciéndole trampas a su propio partido, a mí me parece que es su refinadísima manera de vengarse de Rajoy al que odia porque le ha impedido a ella ocupar La Moncloa, y, para cubrirse las espaldas ante el consiguiente descrédito, siguiendo las mejores enseñanzas del siniestro Goebbels, del que todos los madridistas, madrileños y demás adláteres son fidelísismos seguidores, no se le ha ocurrido otra cosa mejor que organizar un pollo pidiendo a gritos que se impida que esos canallescos supernacionalistas rojos y comunistas de vascos y catalanes puedan jugar pùblicamente la final de la Copa del Rey ni más ni menos que en el propio Madrid, al que, por cierto apearon de la competición de mala manera, o sea, jugando solamente al fútbol y no intrigando amenazando y coaccionando a los árbitros como han hecho ellos, en la jodida liga, de manera, dice demagógicamente que si este país tuviera un átomo de vergüenza no ya sólo torera sino también patriótica se levantaría en armas contra esa funesta invasión extranjera e impediría que dicha final se jugara no sólo en la capital de las Españas sino,además, a puerta abierta, para que todo el mundo mundial pueda ver y escuchar cómo se vitupera al Príncipe de España y se denigra nuestro himno nacional.
Esta tipa que, además, de asquerosamente tramposa es casi idiota, no ha sido capaz siquiera de imaginar por sí sola semejante conspiración, de modo que sus palafreneros son los que han buscado antecedentes en nuestra vergonzosa historia y los han encontrado, como no, en uno de sus adorados antecesores en esa especie de fascismo con tintes liberaloides que dice ella que profesa, ni más ni menos que aquel generalote dictador y protofascista de Primo de Rivera, el padre, el antecedente más directo del maldito Generalísimo que nos tuvo encarcelados a todos ni más ni menos que 40 años.
Aquel jodido energúmeno que desterró a un tipo como Unamuno a Fuerteventura, de la que el genial catedrático dijo que si el mundo tiene culo, Fuerteventura es el culo del mundo, no se le ocurrió otra cosa que cerrar durante 6 meses el campo de Futbol del Barça por algo exactamente igual que lo dicen, pero que no es verdad, que temen que se produzca ahora, que se silbara al himno nacional.
No se trata de una broma, mis queridos lectores, así, así, así, precisamente así, se iniciaron todos aquellos fascismos que no hace tanto asolaron a Europa y yo me estoy temiendo que esta intentona tan desvergonzada de esta vieja y arrugada bruja sea precisamente lo que pretenda.