Nuestra embajadora Laura contesta francamente y sin tabúes algunas preguntas sobre la copa menstrual MeLuna:
“La copa me ha hecho descubrir el “tabú de la sangre”
¿Por qué has decidido dar la cara en un proyecto como el de “Embajadora de la Copa MeLuna”?
Hacía mucho tiempo que escuchaba hablar de la copa menstrual y nunca me decidía a probarla, hasta un día que conocí la firma MeLuna y me regalaron uno de sus modelos. Desde entonces estoy encantada con su utilización, por lo tanto, ¿qué mejor manera de devolver a MeLuna su predisposición a la hora de hacerme conocer mejor este método menstrual?
¿Qué pensaste cuando oíste hablar por primera vez sobre la copa?
Todo lo que escuchaba sobre la copa me parecía positivo, desde su factor ecológico y sostenible, a su parte económica. Además, el hecho de que no estuviera fabricada con ningún material dañino para el cuerpo me parecía muy respetuoso con la naturaleza femenina, en contra a los tampones. El único aspecto que me tiraba para atrás era el modo de introducirla y extraerla, además del momento de cambiarme en un lugar público. Con los meses, me di cuenta de que sólo era cuestión de hábitos y en realidad no había ningún problema en ninguno de los casos.
Hay muchas mujeres que comentan que, gracias a la copa, la vida le ha cambiado. ¿Cómo lo ves tú?
Fundamentalmente, la copa ha cambiado dos aspectos de mi vida. El primero es el hecho de que ya no tengo que preocuparme por comprar tampones en el supermercado. Y el segundo, y más importante, es que me ha hecho descubrir el “tabú de la sangre” que las propias mujeres siguen manteniendo en pleno siglo XXI, cuando la menstruación es -o debería ser- una de las cosas más naturales que existen.
¿Te daba asco tu regla antes de utilizar la copa? ¿Ha cambiado este hecho después de usar la copa?
Creo recordar que cuando era adolescente, no me agradaba encontrarme la compresa llena de sangre a la hora de cambiarme; pero ya hace muchos años que no tengo esa sensación. Ahora que utilizo la MeLuna, obviamente, ha desaparecido cualquier tipo de asco hacia mi menstruación, ya que la copa te permite verla y tratarla como un aspecto natural, simple e íntimo, que te acerca a tu cuerpo y te hace conocerte más.
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”Resulta cómodo tener relaciones sexuales mientras llevas la copa puesta”
A muchas mujeres les da “cosilla” el sólo pensar en la utilización de la copa. ¿A qué crees que es debido?
A que siempre nos han explicado y vendido la sangre menstrual como un engorro, como un hecho sucio y negativo, cuando en realidad sólo se trata de un signo de vida y fertilidad. Históricamente, algo bonito y natural se ha cargado de connotaciones negativas creadas por el ser humano y eso ha calado en nuestro interior. A mí me sorprende el hecho de que, a día de hoy, las mujeres tengamos asco de nuestro propio cuerpo, de nuestro interior. La regla no es más que sangre, como podría ser la que sale cuando nos hacemos una herida en un dedo o en la rodilla. Por contra, muchas amigas a quienes he hablado de la copa, ponen cara de asco en el momento en el que les explico que verán su propia regla al vaciarla. No obstante, si no son ellas mismas las que se desprenden de esos conceptos y empiezan a ver su menstruación como algo natural, no podrán empezar a utilizar la copa nunca.
¿Por qué crees que hay tantos tampones con aplicador en España?
Esto demuestra que hay un hecho cultural que nos ha hecho creer que contra menos contacto haya con la menstruación, mejor. Por ello, los tampones que más se utilizan son los que llevan aplicador, ya que te permiten ponértelos sin tener que “maniobrar” demasiado en la vagina. De hecho, las encuestas demuestran que las mujeres españolas prefieren utilizar éstos tampones, antes que los que no incorporan aplicador. Este hecho dificulta aún más la utilización de la copa, ya que ésta necesita de un mayor contacto con los dedos a la hora de ponerla y extraerla. Pero la realidad es que sólo se trata de un hecho mental, propiciado por la cultura y la historia.
¿Has probado a tener relaciones sexuales mientras tenías la copa puesta?
Sí, lo he probado.
En el caso de que sea afirmativa la pregunta anterior: ¿Qué tal resultó la experiencia y cómo reaccionó tu pareja?
No hubo ningún tipo de problema, ya que resulta cómodo tener relaciones sexuales mientras llevas la copa puesta porque no molesta nada, ni asoma ningún hilo (como sucede en el caso de los tampones). Mi pareja no lo vio extraño porque ya sabía que utilizo la copa y lo vio bien porque yo no le dí ninguna importancia.
Cada moneda tienen dos caras: ¿Cuál es para ti la otra cara de la copa? Es decir, ¿cuáles crees que son sus insuficiencias?
El único problema que puede tener la copa es que se te olvide llevarte una botella de agua cuando vas a cambiarte en un lugar público y no tengas lavamanos en el mismo aseo. Aún así, no hay problema porque puedes vaciarla en el inodoro y limpiarla con papel higiénico. También, en un terreno más banal, el momento de ir al baño con la botella en la mano en el bar donde te encuentres puede despertar sospechas a personas que quizá piensan que la llevas para otro uso, muy diferente al que en realidad es. Pero, cada uno que imagine lo que quiera…