Revista Diario

La copa menstrual, una opción más pero no es el invento del siglo

Por Belen

La copa menstrual, una opción más pero no es el invento del siglo

Imagen de cmujer.com.mx


La copa menstrual, el gran invento femenino de los últimos tiempos por lo visto. Hace ya algunos años que oímos hablar de ellas y muchas mujeres se han apuntado a esta tendencia, algo que me parece fenomenal. Para nuestra higiene menstrual hay un abanico de productos, cada uno con sus ventajas e inconvenientes, entre los que elegir. La copa es uno de ellos, y yo misma he facilitado información sobre diferentes modelos de copas, pero me resulta curioso que se relacione su uso con la liberación femenina. Producto de higiene indicado para la menstruación, punto final. Así al menos lo veo yo. Hace un par de años no eran tan conocidas como ahora y siempre he dicho que es bueno saber alternativas y estar al tanto de las novedades.
Se dice que otro tipo de productos pretenden esconder algo tan natural como la regla, que si la publi, que si los eslóganes cursis, ..... Puede ser, pero ¿acaso las copas menstruales no se presentan en atractivos colores?, ¿o con bolsitas de transporte monísimas? Creo que debemos ir a la esencia del asunto y dejarnos de tanto discurso victorioso. No soy más mujer o más libre o más nada por usar una copa menstrual en lugar de un tampón o una compresa o una esponja menstrual. Cada mujer deberá elegir según sus circunstancias personales.
Además, ¿qué pasa si a ti no te va bien? Pues al carajo la historia de la liberación, ¡madre del amor hermoso! Y así sucede, la copa menstrual no le va bien a todo el mundo, ni la pueden usar todas la mujeres. Tiene muchas ventajas pero como cualquier producto también tiene inconvenientes. Yo he encontrado estos:
  • Introducirla no es tan fácil como parece, hay que plegarla y adaptarla. Seguro que casi todas sois muy mañosas, yo no. No he encontrado la forma de arrugarla correctamente e introducirla en la vagina. Y he probado un par de modelos diferentes.
  • Dicen que una vez puesta no la notas, no ha sido mi caso, yo sí la he notado. No ha sido problema de talla, me ha resultado áspera e incómoda.
  • Mantenerla en su sitio puede ser realmente complicado. Si tenéis un suelo pélvico castigado, como es mi caso, puedes encontrar más problemas para que la copa se quede quietecita en su sitio. 
  • Al ser silicona puede rozarte al introducirla o sacarla. A mi me roza, disculpad que lo diga así pero roza. 
  • Los primeros días de regla se puede introducir bien pero según se va acabando debes tener cuidado pues la falta de lubricación puede ser delicado.
  • A la hora de sacarla también podéis encontrar problemas. Viene con una especie de rabito que casi siempre acabarás recortando porque es molesto, pero aunque lo conserves no se puede tirar así como así pues la copa, si la has colocado correctamente hace vacío. Lo menos malo que te puede pasar es mancharte de arriba a abajo. 
  • No es compatible con baños públicos, teniendo en cuenta que no todos tienen un aseo con lavabo. Por no decir que a mi me parece una asquerosidad lavar algo tan íntimo en un lavabo público.... En tu casa, con tu lavabo al ladito, todo es muy higiénico. Pero las mujeres trabajamos, salimos y utilizamos baños fuera de casa. Ni de casualidad se me ocurre lavar una de estas copas por ahí.
Lo sé, os he leído a muchas, sé que os encanta y que sólo veis ventajas en el uso de la copa menstrual. Pero esta ha sido mi experiencia y en base a ella os dejo mi opinión. La copa menstrual no es la panacea y aunque te vaya fenomenal con ella sólo es una opción más de higiene femenina. 


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