La corrupción, amparada por la Unión Europea y Estados Unidos, se adueña del mundo occidental y deteriora la economía, la democracia y la convivencia. Esa corrupción es el talón de Aquiles de Occidente y, si no se corta y se cura con rapidez, también será su tumba. ---
Crimea ha alzado la bandera de la independencia esgrmiendo el fantasma de la corrupción que impera en Europa y Occidente entero. Y tienen razón porque si Europa y Estados Unidos no amparasen la corrupción y la democracia degradada, países como España, Grecia, Italia y otros dominados por la degeneración política y con la delincuencia instalada en sus instituciones habrían sido intervenidos o por lo menos presionados para que se regeneren.
Parece increíble que Bruselas mantenga un silencio absoluto ante desmanes y abusos como los que ocurren a diario en España, donde la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones acaba de ser imputada y a la que se le ha impuesto una fianza de 29.5 millones de euros por corrupción, sin que ella ni siquiera haya sido obligada a dimitir.
Europa se limita a ser un cónclave de mercaderes y de políticos aliados y traga con todo lo sucio e indecente. Ni siquiera ha levantado la voz ante brutalidades como el saqueo de las cajas de ahorros españolas o la estafa masiva de las participaciones preferentes, también perpetrada en España, que ha permitido a los bancos quedarse con los ahorros de cientos de miles de ciudadanos, en su mayoría jubilados que lo han perdido todo y han sido arrojados a la pobreza.
El viejo sueño de una Europa paladín de la democracia y construida a la medida del ciudadano ha pasado a la Historia y ha sido ignominiosamente enterrado. Europa es solo un club de políticos cargados de privilegios, ajenos a los intereses ciudadanos y a la democracia, que, con la ayuda de sus aliados financieros, se protegen mutuamente para controlar el poder frente a sus pueblos, que han sido sometidos y sacrificados.
En Rusia lo saben y en Crimea también, lo que ha impulsado al pueblo a elegir a Rusia antes que a un Occidente que solo es capaz de garantizar corrupción, ausencia de valores, falsa democracia y decadencia.
Bruselas no dice nada de los miles de políticos europeos que no pueden justificar sus patrimonios corruptos, sobre todo en los países del sur, donde el fenómeno de la corrupción ha alcanzado niveles mas brutales, ni tampoco dice nada ante escándalos tan terribles como el saqueo de las cajas de ahorros españolas y de las arcas públicas en otros países. Guardia silencio también ante la ausencia de democracia, la marginación de los ciudadanos, la indefensión de los mas pobres y débiles, la existencia de paraísos fiscales, los privilegios indefendibles de las castas políticas y la caída constante de los grandes valores, sustituidos por falsas libertades y derechos que cada día están mas vacíos y debilitados.
Ahora otras regiones de Ucrania están pidiendo incorporarse a Rusia, impulsadas también por el olor a podrido que emana de Occidente. Ese olor, que es especialmente penetrante en España, es el talón de Aquiles del mundo occidental, que ha aniquilado los viejos valores, que ha llenado la democracia de corrupciones, trucos y falsedades y que ha relegado al pueblo hasta casi expulsarlo del protagonismo que le corresponde en democracia.