Revista Fotografía
La cosa es que se cree guapo, intelectual y duro, siendo feo,
católico y sentimental.
La cosa es que se considera mitad monje y mitad soldado, cuando
no es más que un inspector de hacienda cabreado.
La cosa es que anhelaba ocupar un lugar en la Historia, y se ha
quedado en personaje de historieta.
Esa es la cosa.