La Cosa del Pantano nº 1

La Cosa del Pantano es un personaje creado por  Lein Wein  y Bernie Wrigthson en el año 1971, pensando como un personaje que ha tenido varias encarnaciones humanas,  enmarcado en un contexto del cómic de terror. La primera encarnación que aparece en el cómic es Alex Olsen, un científico de principios del siglo XX que sufre un accidente en su laboratorio y los químicos del laboratorio lo fusionan con el pantano. Con una historia muy similar, aparece Alec Holland, solo que los acontecimientos suceden en la década de los setenta y su origen será revisado por Alan Moore, cuando se haga con el control de la serie. Ahora el personaje ya no será un humano mutado, sino un avatar de la naturaleza que ha adquirido los recuerdos y lo sentimientos de Alec Holland.

El personaje ha sufrido muchas transformaciones desde su creación y recientemente, tras los eventos de “Blackest Night” volvió a la vida y por ello al universo DC, pero como ha pasado con todo, ahora esta envuelto en el nuevo universo y su continuidad esta un poco desdibujada.
El cómic del que hoy habló esta ubicado en este contexto y nos muestra un Alec Holland sin ser un monstruo, pero que tiene los recuerdos de haberlo sido, aunque como ya he dicho no fuese el. El personaje se encuentra fuera de lugar (casi tanto como los lectores que no hemos leído más que la etapa de Moore) y buscar un lugar donde encontrarse a si mismo, claro que el destino le prepara otra aventura, cuando un nuevo enemigo aparece y tanto Superman, como una nueva Cosa del Pantano le piden su ayuda para combatirlo.

 Scott Snyder, es un autor que esta triunfando en el panorama americano, tanto con su “American Vampire” como con su etapa en “Batman”. Este es mi primer acercamiento al autor, y debo decir que me encuentro en una encrucijada puesto que aunque se nota que maneja bien a los personajes, desconozco la historia reciente del personaje y no termino de ver por donde va a tirar la historia. A pesar de ello, sabe desenvolverse bien y crear interés que te deja pegado al cómic con cliffhangers al final de cada número.
En cuanto al dibujo, la mayoría del tomo es de Yanick Paquette, pero su nombre comparte lugar con Víctor Ibáñez y Marco Rudy, lo que llega a ser frustrante, puesto que el hecho de que haya tres autores para cuatro números, no hace bien para el inicio de una serie.

 En fin, nos encontramos ante una premisa interesante de una serie que no ha hecho más que arrancar por lo que no podemos emitir un veredicto tan temprano, pero si podemos esperar que la resolución no se eternice y no baje el nivel.

WELCOME TO THE SUCK: Choose Life