Ya llegó, hoy la entronizan. La reinona Cospedal ha desembarcado en Castilla-La Mancha. Y lo primero que ha hecho es enseñar la patita por debajo de la puerta.
En su primer discurso “maravilloso”, postelectoral, ha dicho que impondrá lo que necesita Castilla-La Mancha: austeridad. Precioso, ¿verdad?. Habla de acabar con el 60% de los cargos públicos e instituciones. ¿Qué les parece? Una de dos, o Barreda mantenía mucho paniaguado o Cospedal se está pasando.
De cualquier forma, esperemos a ver qué pasa, que ya sabemos como funcionan muchos políticos con sus promesas. De momento ha adelantado poco de los puestos a suprimir. Sin embargo, algo ha dicho, algo que denota por dónde pueden ir los tiros.
Así es que la buena señora –lo de buena señora es un decir—, ha anunciado a bombo y platillo que va a suprimir el Defensor del Pueblo, la Comisión Regional de Competencia y el Consejo Económico y Social. Además ha añadido que estudiará la viabilidad de la Sindicatura de Cuentas.
Total, un exitazo en lo económico. El coste de los tres órganos que piensa suprimir es de 5,3 millones de euros, o sea el 0,07% del presupuesto de la Comunidad. De los demás puestos no ha dicho ni pío.
Al 0,07 anterior habría que añadirle un 0,4 de ahorro por la supresión de los otros cargos públicos. Así es que los castellano-manchegos están salvados. Sólo con la primera idea de la nueva presidenta se han ahorrado el 0,11% del presupuesto. ¡Qué alivio!
Pero, ¡oh casualidad! –que las casualidades también suceden, descreídos kabileños—, del 60% de los cargos que quiere cargarse ha citado tres, que de una manera muy directa son órganos de control del ejecutivo manchego. ¡Toma ya! Y no me llamen mal pensado, pero a ver si lo que quiere es campar a sus lares sin controles que le puedan obstaculizar su gestión totalitaria.
Hasta sus compañeros de partido y presidentes de otras CC.AA., se han asustado, de la decisión de la nueva e intrépida líderesa caridurismática, y tanto Arenas como Feijóo han negado a la diosa, argumentando que esos órganos son necesarios para el funcionamiento de sus comunidades.
Está claro que si las CC.AA. han sido un reino de taifas, donde sus mandamases han hecho y desecho en su tierra, esto puede ser todavía más dispar con la entrada de la Cospedal en tierras manchegas.
Sin Defensor del Pueblo, sin Consejo Económico y Social y sin Sindicatura de Cuentas el gobierno es mucho más libre. Sin críticas, sin propuestas consensuadas y sin controles financieros y presupuestarios, está claro que es mucho más ágil y fácil gobernar. Que se lo digan a las dictaduras y dictablandas que por el mundo existen.
Pero, no, no se preocupen, que esta nueva diosa manchega lo hace por el bien del pueblo. Hay que defenderse de estos órganos inútiles que no hacen sino obstaculizar y ralentizar la gestión del ejecutivo, cuya misión, como todo el mundo sabe es tremendamente negativa, Y además cuestan el 0,07% del presupuestos, ¡Qué derroche!
Sin embargo es importante, muy importante el Senado –-órgano de decisiones nulas--, en cuyo ente sienta sus posaderas Dª María Dolores (y eso que casi nunca va) por el módico sueldo de 69.000 euros, que junto con su salario en el PP como secretaria general le han hecho llegar a más de 240.000 euros anuales. Pero claro, haber renunciado al sueldo de senadora, como algunos desaprensivos le pidieron, es pura demagogia. Mientras que renunciar a los órganos de contrapeso del poder autonómico es una necesidad ineludible.
Salud y República
P.D. La caricatura es del amigo Kikelín