Encantadores pueblos costeros, acantilados vertiginosos, playas paradisíacas, naturaleza virgen… Todo esto y más hemos descubierto en el sudoeste de la costa del Alentejo, en Portugal. Como punto de partida, el Resort Zmar Eco Campo, en Zambujeira do Mar
Costa Vicentina del Alentejo, en Portugal. Foto: Belén Valdehita
Resort Zmar Eco Campo, en Odemira, Portugal. Foto: Belén Valdehita
En “Viajes para toda una vida” hemos recorrido la zona sudoeste del litoral alentejano, y hemos quedado encantados. Nuestra base de operaciones ha sido un agradable resort que combina la comodidad y el ocio con la naturaleza y la ecología, Zmar Eco Campo.
El concello portugués de Odemira
Odemira es el concello más grande del Alentejo, en el distrito portugués de Beja. Posee una gran diversidad: montañas, llanos, sierras, el río Mira, playas y mar, mucho mar, nada menos que el Océano Atlántico en todo su esplendor.
Además de la propia localidad de Odemira, este concello incluye preciosas freguesias, como Zambujeira do Mar, Vila Nova de Milfontes, Longueira / Almograve, Boavista dos Pinheiros, Colos o la singular aldea de Cavaleiro, entre otras poblaciones.
Villa de Odemira, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
La pequeña ciudad de Odemira se encuentra literalmente colgada de varias colinas, y rodeada de una exuberante naturaleza. A sus pies se encuentra el río Mira y, pese a contar con enormes posibilidades turísticas, es una villa realmente tranquila. La parte más animada es la zona baja del pueblo. Desde ahí sus calles van ascendiendo por la ladera, jalonadas por sus blancas casas enmarcadas con franjas de color azul añil, y cruzando coquetas plazas. En las zonas más altas, las vistas son espectaculares.
Zambujeira do Mar, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Nuestra siguiente parada es el pueblo de Zambujeira do Mar, una aldea de pescadores situada sobre un acantilado que ha sabido adaptarse al turismo sin perder ni una pizca de encanto. Además de contar con su propia playa urbana, y con las cercanas de Nossa Senhora, Tonel, Arquinha o Alterinhos, en esta freguesia se encuentran algunos de los mejores restaurantes de cocina marinera. Es un buen lugar para descubrir la gastronomía de esta zona del Alentejo, integrada, principalmente, por mariscos y pescados frescos. No faltan buenos quesos y embutidos, y te pueden sorprender tanto con una maravillosa mariscada como con un exquisito cabrito lechal. Una advertencia: para aquellos que odiáis el cilantro, como yo, avisarlo previamente, porque en esta parte de Portugal les encanta abusar de esta hierba aromática.
Playa de Zambujeira do Mar, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Nos dirigimos a Vila Nova de Milfontes, y nos sorprenden negativamente sus alrededores, repletos de zonas urbanizadas. Pero un poco más allá, Vila Nova nos reserva sorpresas como su agradable casco antiguo, la bella playa de As Furnas y un antiguo fuerte, desde el cual se disfruta de unas buenas vistas de la desembocadura del río Mira.
Playa de Almograve, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Otros destinos que recomendamos en esta parte del Alentejo son la freguesia de Longueira / Almograve, donde se encuentra una de las playa más bonitas de Portugal, la de Almograve, o la tradicional aldea de Cavaleiro.
El Parque Natural del Sudoeste Alentejano y la Costa Vicentina
Totalmente imprescindible en esta zona del Alentejo es realizar la Ruta Costera del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y la Costa Vicentina. Este camino de tierra, perfectamente señalizado, transcurre al borde de los acantilados, ofreciéndonos constantemente magníficas panorámicas del Océano Atlántico y de este abrupto litoral. Nuestra ruta a pie comienza junto al faro de Cabo Sardao, desde donde recorremos varios senderos disfrutando de la naturaleza salvaje, la bravura del Atlántico y el vivificante olor a mar.
Parque del Sudoeste Alentejano, en Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Parque del Sudoeste Alentejano, en Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Al Parque Natural del Sudoeste Alentejano y la Costa Vicentina pertenecen arenales tan espectaculares como la playa de Almograve, y calas más recoletas como la de Foz de Ouricos. Para poder contemplar toda esta riqueza natural hay acondicionados varios miradores, algunos de ellos no aptos para acrofóbicos.
Faro de Cabo Sardao, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Zmar Eco Campo, un lugar para escapar de la rutina
Nuestro alojamiento en el Alentejo fue el Resort Zmar Eco Campo. Situado en la localidad de Zambujeira do Mar, es un excelente punto de partida para recorrer el concello de Odemira. Todos los pueblos, las playas y lugares que merecen ser visitados se encuentran, como mucho, a poco más de 20 kilómetros.
Resort Zmar Eco Campo, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Resort Zmar Eco Campo, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Zmar se encuentra en una antigua propiedad agrícola donde se ha creado un concepto de Eco Turismo pionero en Europa. En su construcción se ha buscado la integración con la naturaleza, siempre conservando los recursos naturales. Por ello se han utilizado materiales renovables, como la piedra o la madera. Para las señalizaciones y mobiliario de exterior se ha empleado plástico reciclado, y utilizan energía solar, mediante paneles fotovoltaicos, y energía térmica. Además, Zmar posee su propia Estación de Tratamiento de Aguas Residuales, reciclan el aceite utilizado en sus cocinas, utilizan productos de limpieza naturales y biodegradables, jabones vegetales y bombillas de bajo consumo.
Piscina interior de olas de Zmar Eco Campo, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
El resultado es un precioso resort de los más ecológico, pero al que no le falta ningún detalle para disfrutar de nuestra estancia: una espectacular piscina exterior y otra para niños, una piscina interior de olas, Spa, gimnasio, bares, un gran restaurante, zonas deportivas, alquiler de bicicletas, actividades para los más pequeños (y también para los mayores), cine o un pequeño supermercado. En su alrededores también hay acondicionados unos bonitos caminos rodeados de vegetación para practicar el senderismo.
Restaurante de Zmar Eco Campo, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Rutas para senderismo en Zmar Eco Campo, en el Alentejo, Portugal.
Foto: Belén Valdehita
Y olvídate de llevar dinero encima. En la misma tarjeta que te dan a tu llegada para abrir tu alojamiento te pueden cargar la cantidad de dinero que desees, y con ella podrás ir pagando.
Odemira y el Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina esconden una gran cantidad de tesoros por descubrir. Si te gustó el Algarve más salvaje, la costa del Alentejo, en Portugal, te encantará.
Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina.
Foto: Belén Valdehita