Pero los judíos agredidos, también respondieron organizándose en algunos grupos de defensa, naciendo así la Haganá por ejemplo, un grupo paramilitar ante los ataques de los árabes. Los británicos, se mantuvieron neutrales ante estos enfrentamientos. Con la ascensión del nazismo en 1933, los judíos buscarían con mucha mayor razón regresar a la llamada tierra prometida, aunque esta estuviese dominada por algunos líderes árabes simpatizantes con el III Reich.
La política anglo-judía de crear un estado aún no se hacía oficial, pues el mundo ahora estaba concentrado en Adolf Hitler. Ya para 1933, se inicia la Quinta Aliyá o inmigración de los judíos de distintas partes del mundo a Palestina.
Seis años más tarde, los británicos parecieron abandonar el proyecto de crear un estado judío en Palestina debido a la presión árabe e internacional. La persecución nazi hizo que los pocos judíos que quedaron libres inmigrasen, esta vez clandestinamente hacia Palestina, donde se cree muchos perecieron o fueron deportados en el camino o hasta incluso al llegar a su destino. Sin embargo se cree que al menos 600 mil arribaron por aquella época a la zona, donde se creyeron seguros de la persecución hitleriana. Pero los que se vieron atrapados en Europa, fueron proscritos de viajar a pesar de la cruel persecución de los alemanes. Es más, los británicos solían interceptar muchos buques con judíos desde Europa a Medio Oriente y regresarlos a su punto de partida. Era, sin duda alguna, un acto cruel. Los ingleses alegaron que se vieron en la necesidad de hacerlo para no poner en peligro sus intereses en tierras árabes y por temor a un incremento preocupante de la población en Palestina. Sin embargo, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial y dados a conocer al mundo con detalles los crímenes de guerra alemanes contra el pueblo judío, el movimiento sionista obtuvo cierto respaldo internacional. Por ello la ONU, sucesora de la Sociedad de Naciones decide tomar cartas en el asunto.
La creación del Estado de Israel y el inicio de las hostilidades
Veámoslo en detalle. Más de 6 millones de judíos habían sido víctimas de los nazis, así como una cantidad similar había quedado sin bienes ni hogar. Obviamente, con la situación crítica de los sobrevivientes y el resto de judíos en Europa, se producen fuertes deseos de marchar a Palestina con el fin de concretar la creación de un estado para este pueblo. La población local hebrea apoyó esta intención de sus pares europeos y de otras partes del mundo, estallando así violencia con los grupos árabes que se oponían a una inmigración fuerte hacia Medio oriente. De más está decir que se oponían terminantemente a la creación de un hipotético estado. Debido a los incesantes conflictos entre ambas culturas, en 1947 Gran Bretaña, que ocupaba la zona de Palestina desde el fin de la I Guerra Mundial tras arrebatársela a los otomanos, decide finalmente abandonar el territorio, dejando el asunto en manos de la ONU. Las Naciones Unidas aprobaron el 29 de noviembre de 1947 el plan que dividía a Palestina en dos estados, uno a los árabes y otro a los judíos, correspondiendo un poco más de la mitad a estos últimos. No obstante, era un territorio con porciones apenas unidas, sin homogeneidad y con una gran población árabe que dejo a ambas partes muy insatisfechas. Jerusalén, a su vez, ciudad sagrada para cristianos, judíos y musulmanes, quedó bajo la administración de la misma ONU. Pero la organización encargada de la paz mundial demostró mucha ineptitud. Antes que nada, no consultó con los varios países musulmanes de la región, y desde luego la Liga árabe no se tomó del mejor modo lo que para ellos era, una arbitraria decisión de los occidentales. Por ello desde un inicio amenazaron con la intervención armada si era necesario. Finalmente el 14 de mayo de 1948 se acabó el mandato de Gran Bretaña sobre Palestina y a partir de ese momento se declaró la creación del Estado de Israel y también se prohibieron las leyes anti-inmigratorias. Por lo demás la ONU no tomó ninguna medida para detener las intenciones de la Liga Árabe.
Al día siguiente declarado el nuevo estado, los musulmanes dan inicio a la guerra. Participaron seis países: Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Irak, Líbano y Siria, los cuales trataron de invadir Israel y destruirlo. Era la primera guerra árabe-israelí de 1948. Los siguientes 15 meses hubo enfrentamientos entre las fuerzas de Israel y sus vecinos árabes, con algunas treguas ganadas por la ONU, que nada consiguieron hacer a fin de cuentas. Los judíos y sus enemigos árabes consiguieron algunas porciones de terreno que ocuparon algún tiempo pero que cambiaban de manos constantemente. Lo más triste durante el conflicto quizá fue la expulsión de la población árabe de los territorios que ocupaba Israel, que se calcula entre 600 a 900 mil.
De igual modo, los judíos en territorio árabe también fueron echados, dando origen a una cifra también similar de refugiados, entre 600 a 900 mil, de los cuales al menos 300 mil inmigraron a Francia o a Estados Unidos, cifras estimadas hacia la década de los cincuenta. Así se daba origen al que parece ser el eterno asunto con respecto a los refugiados, sobre todo palestinos. Como dato extra, Jerusalén quedaría dividida entre ambos bandos durante 19 años, a causa de la guerra árabe-israelí de 1948, que ganaron los judíos. La parte oriental o este quedaría en manos de Jordania hasta 1967. Como sea, desde el día de la creación de Israel, y a pesar de la guerra, miles llegaron de diversas partes del mundo, haciendo que la población judía en Palestina se multiplique rápidamente, generando recelos de los árabes, júbilo de sus pares israelitas, y un sin fin de problemas que parecían no tener un fin cercano. Con el inicio de la Guerra Fría los judíos de la URSS empezaron a ser perseguidos, al ser considerados traidores por Stalin, acaso tan enfermo como Hitler con respecto a este pueblo. Esto generó nuevos destierros de uno de los países que poseían las comunidades más grandes de hebreos, que a la larga sólo incrementó el problema.
Sin embargo pronto los soviéticos cambiaron de opinión y evitaron la inmigración posterior a la guerra de 1967 años más tarde. Estos judíos fueron conocidos como refuseniks, los “denegados”, es decir aquellos que no podían salir del país de los soviets, si bien de igual modo se aplicó tal medida a otras etnias y hoy en día el término es más general.
Sólo recién hacia el fin de la URSS en la década de los ochenta se les permitió a los judíos inmigrar a Palestina. Como sea, a lo largo de su corta vida como país, Israel ha recibido varias oleadas migratorias que incrementaron su nivel demográfico, así como económico e intelectual pues muchos de los inmigrantes aportaron muchos de sus conocimientos al ser educados en países desarrollados. Esto ha generado cierta prosperidad. Pero también tenemos el otro lado de la moneda. En efecto, la primera guerra árabe israelí, como su nombre lo dice, no fue la última, y desde entonces, los judíos se han visto obligados a emprender numerosos conflictos, así como actos punitivos contra grupos extremistas musulmanes. Empero tampoco faltan algunos sectores judíos igual de radicales, que sólo imposibilitan la paz en la región, la cual ya tiene más de medio siglo sin encontrar una solución, mientras miles de palestinos se hallan en campos de concentración, y los israelíes no pueden vivir un día en paz sin pensar que un atentado puede acabar con la vida de sus seres queridos. La solución a una disensión, que para algunos empezó en la Biblia, parece no tener un fin cercano…