Revista Coaching

La creación vital (parte 1)

Por Andresubierna

foerster
Encontré perdidos por zonas de mi estudio hace tiempo abandonadas, unos apuntes que se nutrieron de fuentes que no registré. Me resultaron valiosos para rescatar aquí algunas de las palabras que resonaron en mí al releerlos.

Mis disculpas a aquellos de los que me nutrí por no mencionarlos ahora, pero no apunté sus nombres. Creo recordar el libro El arte del cambio de Giorgio Nardone, Paul Warzlawick… no volví sobre sus páginas como para estar seguro. Que disfruten estas líneas como lo hago yo al transcribirlas.

Diferentes acciones pueden llevar a la construcción de diferentes “realidades”.

Blaise Pascal en su Pensée 223 desarrolló una argumentación que hoy se conoce como la apuesta de Pascal.  Examina la antigua pregunta de cómo un no creyente puede llegar, por sí mismo o a través de sí mismo, a la fe. La sugerencia es interesante: compórtate como si ya fueras creyente, y la fe seguirá por causa a estas acciones. Y dado que hay al menos una probabilidad de que Dios exista, para no hablar de los potenciales beneficios (paz del alma y salvación), el riesgo de este juego es pequeño. « ¿Qué pierdes en ello? », pregunta retóricamente.

«La decisión de creer se puede mantener con éxito sólo si va acompañada de la decisión de olvidar la decisión de creer», afirma el filósofo noruego Jon Elster en Ulysses and the sirens.

«No son las cosas en sí lo que nos preocupa, sino las opiniones que tenemos de las cosas», decía Epicteto hace uno 1900 años.

Por eso, si logramos motivar a alguien a que emprenda una acción, por sí misma siempre posible, pero que no ha llevado a cabo porque en su realidad de segundo orden no veía ni sentido ni razón en cumplirla, entonces a través de la misma realización de esta acción experimentará algo que nunca explicación o interpretación alguna habría podido inducirlo a ver o experimentar.

«Si quieres ver, aprende a obrar». Heinz von Foerster, 1973

Hans Vaihinger en La filosofía del como si, escrito ya en 1911, demuestra que obramos siempre según supuestos no probados y no probables que, no obstante llegan a resultados concretos y prácticos con los que reafirmamos esos supuestos.

Interactuar con el mundo a partir de un modelo que da sentido a nuestra interacción, como si el modelo fuera existente y no una mera imaginación, lleva a resultados concretos y rápidos.

La pregunta es: «¿Qué presupuesto de tipo como si produce mejores resultados concretos?»

El supuesto de que siendo los problemas que enfrentamos como humanidad de proporciones enormes, sólo una solución igualmente enorme y trascendente puede llegar a tener probabilidades de éxito, es inefectivo, irresponsable e irrespetuoso.

No hay probabilidad alguna de cambio en el mundo sin un cambio personal ejercido libremente por cada uno de quienes habitamos el mundo.

¿Y a vos qué te parece?

Por Andrés Ubierna


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