Revista En Femenino

La creadora de Ana de las Tejas Verdes, L. M. Montgomery (1874-1942)

Por Sandra @sandraferrerv
La creadora de Ana de las Tejas Verdes, L. M. Montgomery (1874-1942) Una de las heroínas literarias más conocidas de la literatura juvenil es Ana de las Tejas Verdes, una risueña niña huérfana que protagoniza todo tipo de aventuras. Su creadora fue una mujer culta, soñadora, que se sumergió en un universo imaginario para paliar su soledad. Lucy Maud Montgomery fue una escritora canadiense que también quedó huérfana de madre siendo muy pequeña y que pasó largas temporadas sintiéndose sola. La escritura fue su válvula de escape. Personajes, aventuras y paisajes inspirados en su Canadá natal, fueron los protagonistas de sus más de veinte novelas, quinientas historias cortas y otros tantos poemas. Escritora prolija, no dejó la pluma hasta el momento de su muerte, un final que aún hoy se debate entre una enfermedad o un posible suicidio. Lucy Maud Montgomery nació el 30 de noviembre de 1874 en la Isla del Príncipe Eduardo en Canadá. Con tan sólo veintiún meses de vida, Lucy quedó huérfana de madre y su padre la dejó al cargo de sus abuelos maternos en Cavedish mientras se trasladaba a vivir al oeste y se volvía a casar. La pequeña se refugió entonces en amigos imaginarios para sobrellevar la soledad de una niña educada de manera estricta por dos ancianos. Solamente la presencia de algunos primos y tíos que vivían cerca alegraban en alguna ocasión a Lucy.  La creadora de Ana de las Tejas Verdes, L. M. Montgomery (1874-1942) Con seis años empezó a estudiar en una escuela local pero tuvo que continuar sus estudios en la Isla del Príncipe Alberto donde se trasladó a vivir junto a su padre y su madrastra. Ya entonces publicó su primer poema en un periódico local. En 1891 volvió a Cavedish donde se reenganchó a los estudios. Tres años después se graduaba con honores en el Prince of Wales College donde obtuvo el título de profesora. A pesar de que ejercer como maestra no era su verdadera pasión, era una profesión que le reportaba ingresos necesarios para vivir y tiempo para poder seguir escribiendo. Lucy enseñó en distintas escuelas de la Isla del Príncipe Eduardo. En 1895 dejó temporalmente la isla para ingresar en la Universidad de Dalhousie en Halifax, donde estudió literatura inglesa, siendo una de las escasas mujeres en cursos estudios superiores en aquellos años. Cuando en 1898 se encontraba de nuevo dando clases, su abuelo materno murió de repente. Sin pensárselo regresó a Cavedish a hacerse cargo de su abuela con quien volvió a vivir durante trece años. En aquel tiempo Lucy se ganó la vida con lo que ganaba de sus poemas publicados en distintas revistas. Pero su verdadero éxito literario aún estaba por llegar. En 1905 nacía de su pluma y su imaginación una niña que sería conocida en todo el mundo, Ana de las Tejas Verdes. La respuesta de los primeros editores a los que presentó su libro fue una negativa tras otra. Al final, Ana quedó escondida durante dos años en una caja de sombreros hasta que en 1907 lo encontró de manera casual y decidió volver a probar suerte. Un año después, la Page Company de Boston publicaba la primera edición de Ana de las Tejas Verdes. No sería ni mucho menos la última. La novela de Lucy Maud Montgomery fue un auténtico éxito de ventas y el inicio de una exitosa carrera como escritora. En 1911, pocos meses después de la muerte de su abuela, Lucy contrajo matrimonio con Ewan Macdonald, un pastor presbiteriano con el que había estado comprometida en secreto desde 1906. Lucy era una joven maestra bien parecida que tuvo varios pretendientes en su juventud pero a todos los fue rechazando hasta que decidió casarse con Ewan, con quien tendría tres hijos, uno de ellos muerto poco después de nacer. La creadora de Ana de las Tejas Verdes, L. M. Montgomery (1874-1942) Ontario fue el destino de la pareja. Ewan había aceptado el cargo de ministro de la Iglesia Presbiteriana de Saint Paul. En su nuevo hogar, la mansión Leaskdale, Lucy volvió a refugiarse en la escritura, esta vez para huir de la tristeza por la pérdida de su hijo y para sobrellevar los constantes ataques de melancolía sufridos por su marido. Ana de las Tejas Verdes continuó estando entre sus protagonistas preferidas hasta que en 1920 decidió poner fin a sus historias porque, según había escrito Lucy en su propio diario, se sentía cansada del personaje. Ana volvería a aparecer en una novela que fue rechazada el día antes de su muerte, probablemente por presentar a una protagonista alejada del espíritu original de las primeras novelas de Ana y dando un mensaje antibelicista en plena Segunda Guerra Mundial. A pesar de que otras novelas de Lucy no fueron tan exitosa como sus libros protagonizados por Ana de las Tejas Verdes, fue siempre una escritora bien recibida por el público. Lucy Maud Montgomery fallecía el 24 de abril de 1942 en Toronto. A pesar de que se apuntó a una trombosis coronaria como causa de la muerte, años después se llegó a plantear la posibilidad de que se hubiera suicidado. 

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