Aunque lo hayamos perdido de vista, somos descendientes de antepasados humanos que llevaban a sus crías todo el tiempo en brazos o colgadas en pareos, dormían con ellas, las alimentaban con pecho durante años, las criaban piel con piel, sin dejarlas llorar, y todo esto porque de otro modo no hubiéramos sobrevivido como especie. Retomar esas prácticas es lo que propone la crianza con apego, porque aunque ya no vivamos en cuevas al acecho de fieras predadoras, sino en hogares más seguros, los bebés de hoy siguen respondiendo a las mismas características biológicas de los bebés de hace millones de años.
Dependemos del contacto piel con piel para sentir afecto y seguridad, sobre todo cuando somos crías completamente carentes de autonomía y muy dependientes para sobrevivir. Estar en contacto permanente con el cuerpo de la madre nos permite sentirnos seguros, a salvo. Sentir la piel, el olor, la voz, los latidos de la madre, es nuestra garantía de sobrevivencia y es el modo de percibir seguridad, placer, amor, confianza.
Un bebé desde el primer momento en que registra una necesidad y hasta que la misma es cubierta, atraviesa un lapso de experiencia en extremo sufriente, en el cual se llena de estrés y de miedo, porque biológicamente registra amenaza a la sobrevivencia. Por eso la crianza con apego derrumba el mito de que debemos enseñar a los bebés a “tolerar la frustración”, y propone satisfacer de inmediato y continuamente las necesidades del bebé previniendo así que sus niveles de estrés aumenten y perjudiquen su desarrollo cerebral y emocional.
La crianza con apego o crianza natural, es la manera más antigua de criar. Es muy fácil, sigue los instintos naturales de toda mujer, transciende razas, credos, culturas, clases sociales e idiomas, está más que demostrado que es efectiva, que los niños criados con apego son seguros de sí, se convierten en adultos de provecho…. Pero, aun hoy, sigue generando controversias.
Para muchos, la crianza con apego es antigua o poco funcional a los tiempos que corren, dado que éste tipo de crianza promueve una cercanía emocional y física como base del vínculo. También hay quienes la tildan de una manera de malcriar al niño. Sin embargo, los defensores sostienen que la crianza con apego es una forma de que el niño adquiera seguridad en sí mismo y que los padres respondan a cada llamado de atención que ellos hacen, la ignorancia es lo que hay que combatir a rajatabla.
¿Tan mal estamos como sociedad que vemos como malo responder a las necesidades de nuestros bebés? En la crianza con apego la recomendación para los papás es seguir su propio instinto para responder al ritmo y las necesidades del bebé. No se imponen ni se sugieren prácticas que puedan de alguna forma traumatizar o no ser naturales para el niño, por ejemplo, si llora, no debe dejárselo llorando sino atenderlo y ver en todo momento qué necesite. ¿En qué momento pasamos de ser una sociedad que protege a los más indefensos a pensar que se malcría a un bebé por atender su llanto?
La Crianza con apego sólo trae beneficios: El apego es parte normal del desarrollo del niño. Establecer un vínculo firme, el brindar una disponibilidad física y emocional que para la investigación son factores clave en un vínculo seguro. Un niño criado con apego será un adulto emocionalmente fuerte.
La crianza con apego es el estilo de crianza basada en el amor, el contacto físico y la atención continua. Es mi forma de crianza. Es la manera en que estamos programados genéticamente para criar a nuestros hijos.
Que un bebé que no reciba alguna de estas atenciones no significa que no es criado con apego. Esto no es una receta de cocina al fin y al cabo
- Crear lazos de amor con tu hijo desde antes de su nacimiento. El contacto entre mamá y bebé es esencial para el desarrollo del vínculo más íntimo que se tiene en la vida: desde el momento de la concepción comienza a gestarse esta maravillosa conexión entre ambos. Al momento del nacimiento, en la mayoría de las maternidades, se separa al bebé de la mamá. Aunque las luchas que llevamos a cabo cada día contra la violencia obstétrica y el parto respetado, van logrando revertir de a poco esta tendencia.vAún recuerdo cuando nació Rosario, mi primer hija, que puse el grito en el cielo para que no se la lleven, y me la dejaron en el cuarto después de haber firmado un montón de formas donde me responsabilizaba por cualquier cosa que podría pasarle.
- Cargar a tu bebé Los bebés que son cargados (porteados) son más felices. ¿Más felices que los que son llevados en cochecitos? SI! no sólo son más felices, sino que lloran menos, duermen más y mejor, los cólicos, si los tienen, son más suaves. Los bebés criados en brazos disfrutan del calor y la cercanía de sus padres, su olor, su respiración. El bebé porteado por su madre, acopla su respiración, se siente cómodo, seguro y tranquilo porque está con el ser que más ama en el mundo. Y al que más necesita.
- Colechar La humanidad ha colechado desde sus inicio sin que representara ningún tabú o conflicto social o familiar. El bebé al dormir con su madre evita la angustia de separación que experimentan algunos niños durante la noche: duerman más y mejor. El bebé sabe que no está solo, que no corre ningún peligro Favorece la lactancia materna y es muy cómodo ya que no hace falta desvelarse para amamantar al bebé. Todo transcurre de una manera muy natural. Además, muchos estudios indican que el colecho previene la muerte súbita, ya que las respiraciones de mamá y bebé están aunadas y ante cualquier acontecimiento anormal, la mamá está junto a su bebé para socorrerlo.
- Darle la teta a tu bebé No hay mejor ni más completo alimento para el bebé que la leche de su mamá. Es el más completo desde el punto de vista nutricional, brinda consuelo y fortalece el vínculo afectivo entre ambos. El contacto del lactante con el pecho de su madre desencadena la producción de oxitocina en el cerebro de la mujer, la cual al entrar en el flujo sanguíneo activa las glándulas mamarias y fortalece el vínculo entre el hijo y su madre. Hay mucho prejuicio con este tema también. Hay muchas personas que consideran “ofensivo” que una mamá alimente en público a su bebé. Pura estupidez a mi entender. La gente opina porque es gratis y se mete en la vida de los otros para no fijarse en la propia. Lo único ofensivo es la intromisión de las personas en la relación madre – hijo y el bombardeo publicitario y del personal de sanidad para que los bebés sean alimentados artificialmente. Y lo dice una mamá que alimentó a sus tres hijas con lactancia materna + leche de fórmula.
- No lo dejarlo llorar El llanto es la forma que tiene el bebé para comunicarse. Los bebés no manipulan. No fortalecen sus pulmones al llorar. No te “toman el tiempo”. Tu bebé llora porque necesita decirte que tiene hambre, que tiene frío, que está incómodo, que le duele algo o que te extraña. Si lo dejás llorar estás desatendiéndolo. Si lo dejás llorar lo estás haciendo sufrir. Alzalo, abrazalo, cantale, besalo, mimalo, acaricialo. Calmá su llanto
- Olvidarse de las teorías conductistas de crianza ¿Has visto alguna vez el programa de Discovery Home & Health la Super Niñera? Si no lo has hecho, miralo. Es el ejemplo perfecto de cómo no criar a tu hijo y de cómo adiestrar un perro. Estos métodos conductistas de crianza basados en el estímulo respuesta no es la solución. No indaga (ni le interesa) el origen del malestar o de la mala conducta del niño, se enfoca en el resultado. Y el problema sigue ahi, latente. Y creeme, ese problema saldrá a flote en la vida adulta.