Revista Infancia

La crianza feliz de Rosa Jové

Por Ladya
La crianza feliz de Rosa JovéPor fin he conseguido acabarme un libro en un tiempo más o menos razonable y sin apenas leer estando en el trono ( que suelen ser alguno de los pequeños momentos que dispongo para leer...aunque la mayoría de las veces, no tengo ni ese momento...)
En líneas generales, el libro no me parece del todo mal, aunque hay cosas en las que no estoy de acuerdo.
Para empezar, no estoy de acuerdo con la autora en lo referente a los límites. Según ella, los límites son un obstáculo para la crianza feliz (...) La palabra límite es una coacción a la libertad y por eso no me gusta. Hemos de hablar a nuestros hijos de valores y no de límites.


Según la autora, los límites son un ejemplo de adultocentrismo ya que solo se habla de límites en relación a los niños y en los adultos no suele utilizarse.
Bien, en mi opinión, los niños necesitan límites. Límite en no jugar con objetos que puedan ser peligrosos, límite en no pegar a papa y mama o a otros niños, ... Pero que crea que los niños necesitan ciertos límites, no quiere decir que sea adultocéntrica, porque creo que todo el mundo, independientemente de que edad tenga, ha de tener límites, aunque en caso de los adultos lo llamamos eufemisticamente "normas de convivencia".
Otra de las cosas que no me han gustado del libro es el tema de las rabietas. Hacia el final del libro, hay unos capítulos de "soluciones a determinados problemas" ( entre comillas, porque tampoco es que de soluciones...). Uno de esos capítulos es sobre las rabietas. Y me ha molestado especialmente que Rosa Jové culpabilice a los padres de las rabietas. Literalmente dice ( mientras explica una anécdota propia ):
  Una vez mi hijo mayor cogió una pequeña rabieta porque quería un cuchillo jamonero, pero la culpa fue más mía por dejar a su vista un cuchillo de tales dimensiones, que de el de pedirlo, ¿no?.


Entonces me gustaría saber que propone esta señora, ¿que no comamos jamón nunca más?, ¿ o lo hacemos a todo a escondidas del niño? Y, siguiendo su mismo razonamiento, también podemos darle la culpa a la empresa donde trabajamos por regalarnos un jamón en Navidad o, incluso, a los cerdos por comer bellotas y tener unos muslitos la mar de apetecibles...
Entiendo que no es culpa del niño pedir las cosas, al fin y al cabo, está en su naturaleza investigar cosas nuevas, pero que no me diga a mi que la culpa es nuestra por crear ciertas situaciones, porque entonces, volvemos a lo que hablaba al principio, me pone límites a mi como padre, pero anteriormente ha dicho que no cree en los límites...así que, es todo un poco contradictorio, ¿no?.
Otro ejemplo de sus contradicciones, lo encontramos en el mismo apartado de las rabietas:
 ¿ Saben lo más peligroso que me pidieron mis hijos cuando eran pequeños? ¡ ir sin atar en la sillita del coche!. Evidentemente les dije que no.
¿Acaso decirles que no pueden ir sin atar en el coche no es ponerles un límite ? Desde luego no es un valor, como pueda ser la honradez, el respeto,... sino una norma y por tanto, es algo que hay que cumplir y eso implica una limitación de nuestra libertad.
Fuera de estas cosillas puntuales, el resto me ha parecido bastante interesante. Aporta muchos datos sobre estudios y bibliografia y para aportar solidez a sus argumentaciones. Se lee bastante rápido y no se hace excesivamente pesado.
Como en su anterior libro, " Dormir sin lágrimas ", no aporta apenas cosas prácticas, más bien razonamientos para que nosotros podamos elegir el camino que creamos más adecuado.
En definitiva, es un libro que recomiendo como lectura.
Y vosotras/os. ¿ Lo habéis leído ? ¿ Os gusto ? ¿ Estáis de acuerdo con lo que explica ?


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