Revista Diario
El sábado, en la charla de Adolfo Sánchez Papí a la que asistí, en una de las diapositivas de la presentación se exponían las bases de la crianza natural : dormir con el bebé como mínimo hasta los dos años y prolongarlo todo el tiempo que lo necesite, lactancia exclusiva 6 meses y con otros alimentos hasta un mínimo de dos años, etc
Todas estas cosas ya las he oído y las llevo a cabo (o eso intento) en mi día a día, pero al verlas todas juntas, en una lista, me dí cuenta de la enorme suerte que he hemos tenido, tanto David como papá y yo, al optar por este estilo de crianza.
Me dí cuenta de que la crianza tradicional, la mayoritaria, es completamente limitadora y se centra únicamente en el futuro, restando importancia al presente.
Quienes crían de esta manera no cogen a los bebés apenas en brazos para que en el futuro no se acostumbren y sean independientes, no duermen con ellos por la misma razón, los llevan lo antes posible al cole para que en el futuro sean sociables, etc.
En esta manera de entender la crianza no hay cabida para el hoy y el ahora. A esos padres no se les permite disfrutar de sus hijos en el presente, sin más. El miedo a malcriar y a hacerlo mal no les permite disfrutar plenamente de sus hijos...siempre hay que seguir unas normas para conseguir los resultados esperados.
La crianza natural o respetuosa nos hace libres.
Nos permite disfrutar de nuestros hijos aquí y ahora, vivir plenamente el momento en el que estamos. Nos permite actuar y criar "como nos pide el cuerpo" sin absurdas normas que nos hacen sufrir tanto a nosotros como a nuestros bebés. Podemos cogerlos, besarlos, dormir con ellos y quererlos con absoluta libertad y con la convicción de que, además de disfrutar el presente, estamos haciendo lo mejor para el futuro.
Así que me siento muy afortunada por haber llegado hasta aquí. Porque en algo tan importante como es la crianza de mi hijo, me siento libre y porque estoy disfrutandolo mucho mas de lo que nunca pude imaginar.
Y bajo mi punto de vista, eso es lo mejor que me podía pasar en la vida.