Ante lo que se nos avecina este domingo 22, día de elecciones municipales y autonómicas, llevo una semana haciendo una lista de criterios de selección de candidatos para decidir de forma adecuada y con fundamento. De esta forma, he decidido no incluir entre los aspirantes a mi voto aquellos que cumplan alguna de las siguientes condiciones:
- Candidatos que me hayan llenado el buzón de propaganda electoral innecesaria (ninguno incluía programa electoral sino sus rostros), perjudicial para el medioambiente y para la crisis económica.
- Partidos que me hayan enviado cartas a mi correo electrónico personal sin indicar cómo demonios la han conseguido.
- Candidatos que hayan criticado a sus rivales en vez de proponer soluciones óptimas a la crisis.
- Candidatos que me hayan amenazado en plena calle con darme la mano, cuando el resto del año se pasean con escolta y cara de pocos amigos.
Después de esta criba me he encontrado con que mi lista de aspirantes a mi voto está vacía. ¿Y ahora?
