La crisis causó un nuevo negocio
Publicado el 18 marzo 2025 por Moebius
La crisis causó un nuevo negocio para Clarín. En el 76' era "Total normalidad". En el 2002 fue "La crisis causó dos nuevas muertes". Ahora es "Las barras bravas que quieren voltear al gobierno". No se puede escribir la historia de la represión y los crímenes de Estado en la Argentina sin las tapas de Clarín. Hace 15 días Milei estaba enfurecido contra Clarín porque decía que operaba en contra de su gobierno difundiendo noticias falsas y armando operaciones de prensa porque no les iban a aprobar la compra de Telefónica. No habló más del tema. Clarín y sus medios ahora están operando para el gobierno difundiendo noticias falsas (en especial sobre la represión en el Congreso) las 24 horas del día. Saque cada uno sus propias conclusiones.
En mayo del año pasado cuando fracasó en el Congreso el primer intento de imponer la ley bases, decíamos nosotros en ésta entrada: "Y por otro lado tampoco está tan claro que la gente haya votado ciertas cosas (como las contenidas en la ley bases que avanza con fórceps en el Congreso), que tienen beneficiarios muy concretos. ¿O acaso hubo en campaña manifestaciones populares pidiendo por la política de cielos abiertos, el régimen de incentivo a las grandes inversiones, la desregulación de las prepagas y todos los precios, los aumentos de tarifas o la libre exportación de los hidrocarburos por las petroleras, solo por citar los ejemplos más notorios?.
Es muy notorio ver los balbuceos y contorsionismos verbales de los que apoyaron la ley en Diputados, ninguno de los cuáles puede señalar un solo beneficio concreto que surja de su sanción, para la mayoría de los argentinos. Tantas incoherencias -como las de Stolbizer o Randazzo- y silencios incómodos o discursos con abstracciones y generalidades tienen más que ver con que son simples marionetas de un poder oculto, que con otra cosa.
Acaso allí haya que buscar -y no en la política como tal, o en el tamaño del Estado o nivel del gasto público- el origen y la causa principal de todas nuestras inestabilidades económicas, que se traducen en crisis sociales con consecuencias políticas y hasta institucionales, como en el 89' o el 2001: en la voracidad predatoria de los principales grupos del poder económico que solo consienten la democracia en tanto sirva a sus intereses, que para ello y si es preciso tratarán de condicionar a los gobiernos y forzarlos a violar su mandato electoral, o directamente de colonizarlos (como pasó con Macri y sobre todo está ocurriendo con Milei) aprovechando sus debilidades en su beneficio; y en la postración de la política frente a ese avance.
Si por intentar imponer un modelo de exclusión inviable para la mayoría de los argentinos fracasó Macri (con todo el poder que tenía detrás) que se soñó hegemónico a largo plazo, nada indica que no vaya a terminar chocando la calesita Milei. Se trata simplemente del problema político más perdurable de la historia argentina: la imposible hegemonía perdurable y consentida -en un esquema de democracia formal- de un modelo de capitalismo predatorio; menos cuando pretende montarse sobre el humor social de una insatisfacción democrática de la que es la principal causa, aunque haya tenido la astucia de permanecer oculto buscando otros (gobiernos, legisladores) que hagan el trabajo sucio por ellos.
Es así como los argentinos tenemos -de nuevo, como si no aprendiéramos de nuestro propio pasado- un Congreso militarizado sesionando de espaldas a la calle y al pulso ciudadano, para sancionar leyes que solo benefician a un puñado, cuyos nombres se repiten una y otra vez, y siguen como la sombra al cuerpo a todas nuestras crisis, porque no solo las generan, sino que se benefician con ellas; sin importar que o a quienes haya votado la gente, y para qué. Los verdaderos votos calificados, digamos".
La reflexiones cobran plena actualidad en estos momentos, en los que podemos ver al mayor conglomerado de medios del país (y no solo a ellos) poniendo todas sus bocas de fuego mediáticas a sostener el plan represivo del gobierno, sosteniendo sus mentiras y operaciones que intentan disfrazar la realidad. Que el discurso oficial (replicado y amplificado por esos medios) sea escalofriantemente parecido al "algo habrán hecho" de la dictadura no es pura causalidad: el genocidio argentino tampoco hubiera sido posible sin la complicidad de la prensa canalla.
Y también valen para la discusión que ya se ha instalado en torno al DNU de Milei que se auto-otorga facultades extraordinarias para concluir un acuerdo con el FMI: partiendo de Elisa Carrió y la Coalición Cívica ya estamos viendo a los saltimbanquis de la república dando contorsiones en el aire para explicar que en éste caso si se justifica saltear al Congreso o violar la Constitución. Argumentos nunca le faltarán, como no le faltaron a Alfonsín para claudicar ante Menem en el Pacto de Olivos.
Aunque parezca que le están tirando una soga a Milei, en realidad están actuando para otra audiencia, que suele estar oculta. Tratemos de no perder de vista nunca ese hecho esencial, para no andar gastando pólvora en chimangos.
Nota original
Que rápido envejeció éste tuit: pic.twitter.com/uaHgMBlKPE
— La Corriente K (@lacorrientek) March 17, 2025