Alrededor de los dos años se produce una llamada crisis de apego bastante importante en los niños que puede desconcertar bastante a las familias.
De repente nos encontramos con niños que vuelven a necesitarnos como si fueran bebés: no se quieren quedar solos (ni siquiera para que podamos ir al baño), no quieren quedarse con nadie, empiezan a llorar al dejarlos en la guardería, nos reclaman más de noche, necesitan el chupete mucho más que antes, quieren más brazos, mimos y estar pegados a nosotras todo el día.
Estábamos acostumbradas a un bebé iba alcanzando poco a poco su independencia y de golpe damos un paso atrás.
Hay que saber que este comportamiento es perfectamente normal y ocurre en todos los niños. A algunos les llega con más intensidad y a otros menos, pero todos necesitan dar un paso atrás aproximadamente en este periodo.
¿Por qué ocurre esto?
Básicamente porque estamos en una etapa complicada para nuestros hijos con muchos aprendizajes que llegan de golpe:
- Muchos acaban de aprender a andar
- Comienzan a adquirir más lenguaje
- Empiezan las rabietas
- Necesitan reafirmarse (la etapa del NO)
- Algunos ya muestran signos de ir dejando el pañal(control de esfínteres)
- Muchos comienzan la escuela infantil en este periodo
- etc.
Esto lo que provoca es que nuestros hijos se sientan inseguros y más dependientes de nosotras que somos su apego seguro.
Necesitan dar un paso atrás para coger carrerilla y avanzar en su desarrollo.
De hecho, suele ser muy evidente que a los 3 años la mayoría de los niños son mucho más independientes y consiguen muchos aprendizajes que veíamos muy lejanos pocos meses atrás.
¿Y por qué piden pecho a cada rato?
Hemos hablado muchas veces de que el pecho no es sólo alimento. También significa consuelo, amor de mamá, estar en brazos un rato, sentirse queridos…
Por tanto, los bebés que siguen tomando el pecho a los dos años (que ojalá fueran muchos, pero desgraciadamente son minoría
) lo que hacen es reclamar más el pecho para apegarse más a su madre.Es una toma de tierra que necesitan para tranquilizarse y enfrentarse a tantos cambios desconocidos que le están pasando.
Los bebés que toman lactancia artificial pueden empezar a pedir el chupete de forma muy insistente (cuando antes lo usaban menos), pedir brazos a todas horas o cualquier otra cosa que les calme para sentirse más relajados y conectados con nosotros.
¿Cuánto puede durar esta crisis?
Depende mucho del niño y de cómo lo gestionemos nosotros.
Cuando el niño recibe lo que necesita: contacto, conexión, comprensión, cariño, etc. esta crisis puede pasar más rápida (aunque nos parezca eteeeerna).
En muchas ocasiones depende tan sólo del niño porque hay niños más dependientes que otros.
El mejor consejo para este momento es cultivar la paciencia y la comprensión con nuestros hijos.
También pedir toda la ayuda que sea posible para poder tener un rato de desconexión para nosotras mismas así poder recargar la paciencia.
Seguramente durará unos meses, así que cuanto más información tengamos al respecto y más claro lo tengamos todo, será más sencillo.
¿Tu hijo ha pasado o está pasando por la crisis de los dos años? Me encantará leerte.