La crisis de la deuda de los Estados Unidos de América, la mayor economía del mundo, desenmarcara la usurpación del instrumento de la deuda pública y su utilización para el beneficio del sector financiero bancario.
Sabemos que la deuda pública es un instrumento importante de financiamiento de los Estados, por lo que a todas las naciones se les permite endeudarse dentro de ciertos límites y condiciones. Las deudas deben proporcionar recursos a los fondos públicos, que complementan los fondos recaudados a través de impuestos, para que el Estado pueda cumplir con su papel y garantizar una vida digna para su pueblo.
No es una novedad que los estudios, auditorías e investigaciones denuncian que la deuda pública, en lugar de contribuir con recursos al Estado, ven desviados esos recursos (que deberían estar destinados a áreas sociales) para el pago de intereses y amortizaciones de una deuda cuya contrapartida no se conoce, porque no existe la adecuada transparencia.