La crisis llega a los laboratorios de ADN de la Policía Científica.

Ante la imposibilidad de realizar las pruebas de ADN por falta de reactivos, numerosos análisis se retrasan y parte de la plantilla de los laboratorios de ADN de la Policía Científica  son redistribuidos.

Miembro del laboratorio de análisis observando la cadena de ADN

Las pruebas analíticas constituyen una herramienta fundamental hoy en día para la resolución de determinados casos. Así la detección de fluidos biológicos como sangre, saliva o semen y la posterior identificación de personas a través de la comparación de ADN se ha convertido en la prueba reina en la resolución de determinados delitos, especialmente con el gran avance de la genética mediante el uso de la reacción en cadena de la polimerasa o PCR, técnica que permite realizar gran número de copias de un determinado fragmento de ADN por muy pequeño que sea este. No es de extrañar que desde las aproximadamente 200 muestras por año que se analizaban por los años 80 cuando se creó un laboratorio central en Madrid hasta las más de 3.000 muestras por año que se comenzaron a analizar desde el año 2002 llevo a crear laboratorios en algunas Brigadas Provinciales de Policía Científica dependientes de las Jefaturas de Policía provinciales.

Pero la actual crisis económica que sufrimos ha conseguido llegar también hasta estos laboratorios y en concreto hasta este tipo de pruebas. En especial la falta de reactivos en los laboratorios para procesar las muestras recogidas en las inspecciones oculares y que llegan hasta estos, ha provocado un colapso de muestras sin analizar, se estima que más de 5.000 muestras, un consecuente retraso en la resolución de los temas y emisión de informes periciales e incluso una redistribución de efectivos de personal que han sido momentáneamente destinados a otras secciones de la misma Brigada de Policía Científica para reforzar otros grupos que necesitaban refuerzos, según confirman fuentes del Sindicato Unificado de Policía.

El aumento de delitos desde el año 2007, especialmente contra la propiedad, provocada muy probablemente por la crisis económica, ha duplicado el número de muestras biológicas que llegan hasta los laboratorios forenses de ADN para su análisis. Por otra parte es imposible establecer una media de las muestras recogidas en cada caso para analizar que en los delitos más complicados de resolver como son los homicidios pueden sobrepasar las 50 muestras recogidas por caso por lo que cada asunto tiene costes distintos representando un problema establecer los presupuestos a asignar a este tipo de pruebas. En cualquier caso con las nuevas tecnologías, el coste medio de cada prueba se valora en unos 100 euros por lo que si tenemos en cuenta que al año pueden llegar a entrar hasta unas 6.000 muestras para analizar nos encontramos con  un presupuesto de 60.000 euros solamente para este tipo de pruebas. Cuando oímos estas enormes cifras destinadas a la necesaria investigación de delitos para impartir justicia, siempre nos viene a la mente la consecuente pregunta ¿No sería más rentable invertir más en prevención?