No. El Gobierno español no contaba con mucho más margen de maniobra que el griego. Todo apunta a que no fue así, en ese momento ya no tuvo ningún margen de maniobra, o recortaba o el Estado se paralizaba. Las cifras no eran las de Grecia, pero las consecuencias de la caída de España podrían tumbar el euro, y Grecia no, porque la economía española suma tanto como la de Grecia, Portugal e Irlanda juntas, por tanto las presiones fueron tremendas en aquellos primeros días de mayo.
Digámoslo claramente, en las últimas semanas las posibilidades de quiebra del Reino de España han sido grandes, el default sigue siendo posible. El peso de la deuda pública no es excesivo comparado con otros países, pero el déficit crece a velocidad de vértigo y la enorme deuda privada nos aplasta y para muchos mercados, pesa la suma de ambas. La falta crédito mundial y europeo en particular, y que nuestros acreedores dejaron de fiarse de nosotros, porque analizaban datos que aquí no importaban a muchos, pero sí a ellos que son quienes ponen la pasta, les hizo plantearnos que si queríamos dinero, refinanciar, colocar la deuda, era imprescindible un frenazo ya.
Habían esperado mucho tiempo sin ver que el gobierno tomara decisiones con rigor, en este momento de la partida había que recortar gastos inmediatamente, salarios y pensiones eran los mas rápidamente manejables, al tiempo de actuar como compromiso/mensaje de ahora sí estar dispuesto, después de tantas vaguedades durante 2 años. Después seguiríamos hablando. La realidad se impuso a los sueños del presidente y, de repente ¡plaf! apareció la gravedad de la crisis ante millones de españoles que hasta ese momento no la percibían.
¿De verdad piensan que el Estado puede funcionar diariamente sin afectarle nada?, a pocas personas se les pasa por la cabeza la posibilidad de que sea imposible pagar la nómina mensual a los funcionarios, en sanidad, educación, administración, dejar de pagar las pensiones…, o sea Argentina hace unos años. Aunque quizás no estemos tan lejos de una situación parecida aquí entre nosotros. Después de 2 años y medio es imposible tomar las medidas de recortes de gasto más despacio. En todo caso es solo el comienzo de la nueva etapa.
No son tan raras en la historia estas situaciones de defaults, como demostraron en su extraordinario trabajo Rogoff y Reinhard ‘’Esta vez es diferente: una visión panorámica de ocho siglos de Crisis financiera’, (sin editar aquí aunque no es difícil encontrarlo traducido por Internet) España ya las sufrió y muchos otros países, el problema hoy es que nos pille a nosotros.
Así que, en las decisiones a tomar influyen: la claridad del análisis, los conocimientos e informaciones, la fuerza que tengamos para actuar, el ánimo y la capacidad de liderazgo, los apoyos que podamos conseguir, aspectos que tienen mucho que ver con las fuerzas y características de adversarios y oponentes. Por supuesto en las decisiones influirán los deseos y la construcción racional, todo interactúa. En una batalla como la actual es vital sumar, explicar, debatir, en esto el gobierno ha fallado estrepitosamente y su partido soporte igualmente. Ni siquiera han sumado sus propias fuerzas.
En una crisis como la actual, las contradicciones serán normales, pero los vaivenes, errores, ocultaciones, etc. Son otra cuestión. No se concibe que ya comenzada la crisis se siguieran tomando decisiones de gasto como si no sucediera nada, en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas PSOE y PP. Si las revisiones del gasto público que se están realizando hoy por todas las administraciones se hubieran tomado hace 2 años quizás no hubiera sido necesario congelar pensiones. Y, por favor, no confundamos un plan de empleo para ornamentar fuentes o modificar jardines, con arreglar infraestructuras ferroviarias susceptibles de transportar mercancías, con lo que conseguimos mayor eficiencia energética y económica.