Llegar a la Cruz de Hierro es uno de los hitos más importantes cuando haces el Camino de Santiago
La historia de la Cruz de Hierro
La Cruz de Hierro, se encuentra situada en los Montes de León a pocos kilómetros del pueblecito de Foncebadón. Está formada por un poste de madera de unos cinco metros de alto coronado por una cruz de hierro, réplica de la original conservada en el Museo de los Caminos de Astorga.
Sobre el origen de la cruz hay varias teorías: pudo ser erigida con el fin de señalar el Camino cuando las frecuentes nevadas lo ocultan a la vista. Asimismo, su origen puede encontrarse en época romana, en los hitos que marcaban la separación de dos circunscripciones territoriales,7 mientras que para otros se trata de un amontonamiento de guijarros, llamados Montes de Mercurio, que desde época celta erigían los caminantes en lugares estratégicos de los caminos y que luego se cristianizaron con cruces.
La tradición respecto a la Cruz de Hierro que incluye un ritual que muchos de los peregrinos suelen cumplir. Se trata de transportar una piedra, de un tamaño proporcional al de los pecados de los que se quieran liberar desde el punto de partida del Camino hasta la Cruz de Hierro, y una vez allí depositarla en el montículo que la sostiene, lo que simboliza liberarse de esos pecados a través del sacrificio que supuso cargar con esa piedra.
De Rabanal del Camino a Molinaseca
Esta es la etapa en la que pasamos por la Cruz de Hierro. En esta etapa cruzamos los Montes de León, barrera natural entre la Maragatería y la comarca de El Bierzo. Alcanzamos hoy la cota máxima de todo el Camino Francés: 1.515 metros de altitud.
La etapa se divide en tres partes: La primera, una subida firme hasta la Cruz de Ferro; la segunda, un falso llaneo, con desniveles moderados, a lo largo de unos 6 kilómetros; y, la tercera, una rotunda bajada hasta Molinaseca, con pendiente severa en la llegada a El Acebo.