La plaza del Capitolio se extiende sobre dos hectáreas y es el corazón palpitante de la ciudad.La fachada data de 1750-1760, construída por el arquitecto Guillaume Cammas.
Los historiadores tolosanos de los siglos XVI y XVII,atribuyen a la cruz un origen muy antiguo.al principio lo trataban como un reloj de sol con doce rayos, cada uno rematado con una bola y que simbolizan las doce casas del zodiaco.La cruz, de una magnitud de 18 metros, fué concebida por Raymond Moretti.La aportación del artista reside en las bandas de bronce bruto y el diseño original de la cruz de bronce pulimentado.Las bolas simbolizan los puntos cardinales, los doce meses del año, las doce horas del día y los doce signos del zodiaco.Los números representados en cada bola corresponden a cada una de las horas del día, dispuestos de la misma manera que el reloj de la fachada.
LA CRUZ DEL LANGUELOC, UN RELOJ DE SOL ENORME...EN LA PLAZA DEL CAPITOLIO.
La gran escalera que da acceso a la Sala de los Ilustres.
La sala Gervais, es la primera sala a lo alto de la gran escalera, está decorada con alegorías sobre el tema del amor realizadas por el pintor Paul-Jean Gervais (1859-1936)
La sala de los Ilustres, remonta al tiempo de los Capitouls hacia 1674.Pero fué diseñada en el siglo XIX por Paul Pujol.
La sala Henri-Martin,hay diez obras (1860-1945) de un estilo muy cercano al de los impresionistas que adornan esta enorme sala. A la derecha cuatro cuadros de las orillas del río Garona.
A la izquierda, cuatro cuadros que representan la estaciones:La primavera, el verano, el otoño y el invierno.
El más imponente de ellos Los Soñadores, muestra a Jean Jaurès con un sombrero canotier y un abrigo beige, en medio de celebridades de la época, incluido el propio pintor.
Aquí, en este salón se celebran bodas civiles.
El patio Enrique IV, este portal data de 1546, etá adornado con dos columnas jónicas y un bajorelieve que representa dos cautivos.Es una obra de Nicolas Bachelier, uno de los más ilustres maestros del Renacimiento tolosano.Desde 1607, el portal ostenta una estatua de Enrique IV de mármol verde, negro y blanco, recubierta de una cúpula decorada de pizarra.
el patio interior está ornado con los blasones de los Capitouls.En el suelo, se encuentra una placa de mármol que recuerda el lugar donde el duque de Montmorency, gobernador del Languedoc y rebelde contestatario, fué ejecutado.
Enrique II de Montmorency (castillo de Chantilly, 30 de abril de 1595 – Toulouse, 30 de octubre de 1632), hijo de Enrique I de Montmorency, ahijado del rey de Francia Enrique IV, fue almirante de Francia a los diecisiete años, virrey de Nueva Francia y gobernador del Languedoc.En 1630, Gastón de Orleans y hermano del rey Luis XIII, intentaron organizar un levantamiento general del reino. Enrique de Montmorency, influenciado por la reina María de Médicis y, a pesar de las advertencias de Richelieu, les prestó su apoyo. Reunió a los Estados del Languedoc y, el 22 de julio de 1632, se produjo la secesión de toda la provincia del Languedoc del reino de Francia. Una parte de la nobleza siguió a Montmorency en la rebelión, pero la ciudad de Tolosa se mantuvo fiel al Rey. Carcasona y Narbona se negaron a acoger a un ejército de los rebeldes que vagaba por el Languedoc sin un objetivo preciso. Un ejército real, al mando del mariscal de Schomberg les hizo frente frente a Castelnaudary el 1 de septiembre de 1632. Schomberg disponía de 2.000 a 2.500 hombres, los insurrectos sólo contaban con unos 1.200 a 1.500 nobles poco preparados para el combate. El enfrentamiento duró poco más de media hora. Gravemente herido, Montmorency fue encarcelado. Juzgado por el Parlamento de Tolosa presidido por el tribunal de lo criminal, fue acusado de un crimen de lesa majestad y condenado a muerte. 
Aquí fue decapitado, en el patio del ayuntamiento de la ciudad, el 30 de octubre de 1632.
Este símbolo cristiano fue adoptado por las tierras occitanas de Languedoc y Provença, donde ya en muchas sepulturas pre-cristianas aparecía. La región de los cátaros, el Languedoc-Roussillon, adoptó para su bandera las cuatro barras catalanas y la Cruz d’Oc o Cruz Occitana.Los cátaros renunciaron a símbolos de idolatría pero esta cruz tiene una asociación con el mundo solar y con los doce símbolos del horóscopo occidental. Los Condes de Tolosa o Toulouse adoptaron este símbolo como parte de su escudo heráldico en el siglo XIII. Con el paso de los tiempos fue aceptado como símbolo heráldico-nobiliario. En 1211 los condes ya la llevaron durante la invasión francesa en sus territorios para acabar con el catarismo.
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