Revista Cultura y Ocio
"Estás a punto de dar tu primer paso en Órgano.
Algunas cosas que vas a experimentar te parecerán muy extrañas.
Es posible, incluso, que llegues a asustarte.
Pero sigue adelante, y pronto te acostumbrarás.
Si tienes alguna duda, puedes consultar estas instrucciones.
Pulsa aquí para continuar."
Decir a estas alturas que me gusta como escribe Somoza es repetirme, pero no hacerlo sería faltar a la verdad, y en un momento os daréis cuenta de lo que quiero decir. El caso es que cuando vi que había un título nuevo del autor me faltó tiempo para traérmelo a casa admirando una cubierta francamente estética. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La cuarta señal.
ÓRGANO es un mundo virtual al que se conecta todo el planeta. Como si de una realidad alternativa se tratase, las relaciones, los trabajos e incluso las vidas de las personas pronto parecen tener más importancia en el juego que en "real". Cuando María, una ama de casa desesperada por encontrar un trabajo para mantener a su hija, se conecta, está dando comienzo a una cuenta atrás para cambiar o acabar con el mundo.
He dado muchas vueltas a como enfocar esta novela de una forma justa. Cuando uno se llama Somoza se espera una calidad y es inevitable comparar con obras anteriores. Y este título ha sido vapuleado desde su salida al mercado. Bien, vayamos por partes.
En primer lugar, y pese a movernos en un mundo virtual, la historia ya no nos va a resultar ni tan novedosa ni tan complicada, a fin de cuentas todos hemos conocido Matrix. Lo que ocurre con este libro es que Somoza, pese a partir de una idea que nos hace suponer ciencia ficción, hace suyo el concepto desetiquetar, y nos ofrece un thriller. Y ahí ya pierde a quienes esperaban esa ficción que promete su primera página, y que ahora desencantados mirarán la historia con otros ojos y se quedarán sin respuesta a preguntas como el funcionamiento de la famosa diadema con la que uno entra en ÓRGANO, ni la forma en que funciona a través de la música de Bach. Lo que si fijaran en su memoria son algunas (bastantes) incoherencias en esa parte de la trama relacionadas con villanos y fórmulas.
En realidad, lo que Somoza nos ha dejado es un Bestseller y está escrito como tal. Un lenguaje sencillo y una lectura fácil que nos permita terminar el libro en un par de días. Poco le importa como se conectan o si es posible una especulación que permita ganar más dinero en el mundo virtual que en el real y como ese dinero que ganan (me ha recordado a los moba coins) puede ser utilizado a ambos lados. No es esa la historia que busca contarnos y se centra en la protagonista, en un adolescente con el que tendrá una conexión desde el primer momento, y en la relación que pueden tener ellos para intentar salvar el mundo. Acompañados de unos villanos que reconocemos desde el primer momento y descubriendo algunas sombras (tema recurrente en el autor y en el que no profundiza esta vez), nos tentará a conectar con su historia exactamente igual que María lo hace con el juego en las primeras páginas. Y ahí tenemos que dar o no el salto a conectar sabiendo que la historia es suya, y que no nos va a responder a nuestras dudas, ni va a desarrollar una idea que puede ser atractiva.
Un futuro que pasa por una consola y en el que en lugar de encontrar coches voladores encontramos diademas neuronales. Una historia entretenida a la que tenemos que llegar sabiendo lo que no vamos a encontrar y que se viste con unos cuantos tópicos ya conocidos por todos. Eso es lo que nos ofrece La cuarta señal y yo os diría que si no habéis leído nada de Somoza, cogierais otro título para no sufrir una decepción. Y si habéis leído algo suyo... bueno, yo también he salido decepcionada.
Me estoy dando cuenta que la ciencia ficción es un género que no abunda en mis estanterías virtuales mientras que en las reales si que tengo bastante. Y vosotros, ¿leéis libros de este género?
Gracias