Parece ser que la fascista Intereconomía ha prescindido de los servicios de la fascistilla Cuca García Vinuesa, una pelagatos que tenían allí acogida a sagrado y que vivió mejores tiempos, cuando veraneaba con la Franquita en sus años mozos, hace tantísimo tiempo que vértigo da. ¿Por qué la habrán “prescindido”, aparte de porque era un desdoro, incluso para Intereconomía, que ya es decir? No me interesa.
La conocí en carne mortal cierta incierta vez que subí a Madrid a participar en una tertulia televisiva. En el lado homofóbico, estaban la tal Cuca y ese frailecillo freakciscano de telecinco, un tal fray Carlos, muy pijo y tal pero sin más argumentos que su ropita de marca regalada por algún feligrés rumboso al que desconozco si se habría beneficiado.
En el lado normal, me tocó tener que sufrir al tal Jorge Javier Vázquez, que se cubrió de gloria: en lugar de ser serio participando en el debate, se pasó todo el tiempo coqueteando con la Cuca (con mayúsculas, para no confundir). En fin, como suele, haciendo lo propio suyo, que es tontear con cierta pomposidad y grandilocuencia al más puro estilo de quien no tiene nada que decir, sólo que está encantadísimo de conocerse.
Total, que qué va hacer la Cuca esa sin la Intereconomía esa… vaya usted a saber. Una basura menos en algo que sigue siendo basura.
¡País!
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