No comeré, nunca más, tejido conjuntivo de cerdo (más piel que otra cosa), hervido para extraer el colágeno.
Aunque después se convierta en “gelatina alimentaria “con colores y azúcar, me voy a hacer objetora del consumo de gominolas.
La culpa es de Alina…
El corto de Alina Kneepkens, periodista y cineasta belga, está rodado en orden inverso. Va de nuestra boca (disfrutando de la gominola ) hasta el origen último del producto… Sí, un cerdo…
Forma parte de de un programa de televisión belga llamado “Over Eten” (Sobre comida), el cual documenta como se procesan diferentes alimentos.
Sniffff!