"Lo que sucede ahora es que leer ya no es importante, la gente se entretiene mejor, con las "maquinitas" que son más caras, y más inútiles. Mientras que no haya una preocupación política sobre lo que eso supone seguiremos bajando, y un día estaremos en la lectura a niveles de la edad media". Así se despachaba Juan Cruz hoy en hora 14 (en la cadena SER) sobre el descenso de la venta de libros en nuestro país. Juan Cruz, para quien no le conozcáis, es un reputado periodista y escritor que ahora mismo es adjunto al director de El País y además tiene una pequeña sección en los informativos de mediodía de la SER, en las que hace un pequeño comentario sobre algún asunto de actualidad.
Generalmente suelo chocar con sus opiniones bastante conservadoras, pero no deja de ser un síntoma que un periodista con voz en dos medios tan importantes de este país siga viendo a los videojuegos con desprecio y desdén. Culpar a los videojuegos del descenso de la venta de libros no es solo un error, si no que además es un claro síntoma de insensatez cultural, de vivir anclado en épocas ya pasadas y, por si fuera poco, de hablar sin conocimiento alguno de lo que se habla. El descenso de las ventas en el sector editorial obedecen a factores tan dispares como la crisis o la llegada de los libros electrónicos, que permiten que ahora se piratén los libros con tanta facilidad como la música o las películas. Pero además, aunque llevara razón (que no la lleva) sobra llamar "inútil" a un sector como el de los videojuegos.
Amigo Juan, si te referías a los jóvenes... la culpa de que los niños se decanten por los videojuegos por delante de la lectura no es solo porque es un medio más atractivo gracias al componente audiovisual e interactivo, también tiene que ver que a los niños no les obligan en el cole a jugar a Donkey Kong, les guste o no, en vez de jugar al juego que a ellos les atraiga. Una vez me dijo Galious en tuiter, a raíz de una conversación sobre el sistema educativo, que no sabía a cuantos niños les habrían espantado de la lectura con El Lazarillo de Tormes o con cualquiera de los otros libros que se suelen dar en las escuelas. Parece ser que los que jugamos a videojuegos tenemos más claros los motivos de la desafección por los libros que algunos escritores, y eso dice mucho sobre su incapacidad de ver el mundo real tal y como es hoy en día.
Los videojuegos no son inútiles amigo Juan, de hecho los videojuegos me pueden aportar las mismas sensaciones que un buen libro, te lo digo yo que además de ser muy jugón me encanta leer. Jugando a un videojuego puedes emocionarte, vivir aventuras, reírte, aprender... o simplemente divertirte, exactamente igual que con un libro, una serie o una película. Ningún medio de entretemiento es inútil amigo Juan, todos pueden ser usados para el mayor de los despropósitos o para el mejor de los objetivos, los medios no son ni buenos ni malos, buenas o malas son las obras no el soporte que las trasmite. Parece mentira que en pleno siglo XXI (en su segunda década ya) todavía se tengan que escuchar demonizaciones sobre un medio cultural, sea el que sea, por conservadores que intentan culpar a todos menos a ellos mismos de lo mal que les van las cosas a los soportes tradicionales.
Amigo Juan, aquí lo único inútil es intentar echar la culpa de tu desgracia a tu vecino antes de hacer examen de conciencia e intentar ver tus propios errores. A lo mejor debíais haber intentado adaptaros antes a los nuevos tiempos, ofrecer mejores precios para que la gente consumiera los libros digitales o hacer el soporte físico más atractivo de algún modo. Pero no, es mejor zurrar a los videojuegos, que parece que algunos solo se acuerdan de que existen para estas cosas, en lugar de usar el sentido común. A mi me duele mucho que la gente no se interese por la lectura, pero desde luego atacando otras formas de ocio no creo que empiecen a crearse lectores en masa. No se que "preocupación política" tiene que haber para incentivar la lectura, quienes se tienen que preocupar son los profesionales de su industria para así crear un producto que vuelva a resultarle atractivo a la gente, a pesar de las nuevas formas de ocio.
No quisiera acabar sin recomendarle a nuestro buen amigo Juan que intente acercarse sin prejuicios a un ordenador o consola y que se deje recomendar algún que otro título que le pueda resultar agradable incluso a él. Así a lo mejor deja de decir sandeces sobre la utilidad o no de los videojuegos y de usar el término "maquinita" de manera despectiva.