“La `queja´ de De la Sota por la decisión de la multinacional VW de suspender a 1.100 trabajadores revela la impotencia del gobernador frente a la crisis laboral y pretende disimular la responsabilidad de su gobierno en la situación. De la Sota le dio a VW subsidios y beneficios impositivos que se pagaron con fondos públicos; le puso la policía para permitir que la empresa violara decisiones judiciales de instalación de trabajadores despedidos; su ministro de Trabajo y la burocracia del Smata, que es de su propio riñón, actuaron y actúan como funcionarios de la empresa. El gobierno De la Sota y Schiaretti ha sido siempre una gerencia de los pulpos automotrices. Parafraseando el dicho popular: la culpa es del chancho y del que le da de comer”, declaró Eduardo Salas, dirigente del Partido Obrero.
“Además, el PJ ha bloqueado en la Legislatura todas las iniciativas que desde el Frente de Izquierda hicimos. Hemos presentado un proyecto para prohibir despidos y suspensiones y repartir las horas de trabajo con el 100% del salario, apelando justamente a la plata que ahora el gobernador reconoce `juntaron a paladas´. En la sesión especial que impusimos el pasado 7 de mayo para discutir el punto de la crisis laboral fuimos más precisos aún y detallamos un programa particular para la industria automotriz reclamando que las empresas den a conocer sus planes de producción y horas necesarias, que abran los libros, al igual que las proveedoras de acero y las financieras de las terminales; planteamos un plan de refuncionalización de la industria. La respuesta del bloque oficialista y del resto de los bloques fue manifestarse `preocupados´ y declararse impotentes en forma pública”, continuó el dirigente del FIT.
“Sólo desde la izquierda hemos establecido un programa de salida; las quejas actuales del gobernador no son otra cosa que la confesión de su bancarrota política, que los trabajadores no están dispuestos a pagar”, finalizó Salas.
PARTIDO OBRERO DE CÓRDOBA en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores