La Cuna Vacía

Los actores no salen ni entran de la escena. La luz construye figuras efímeras que, luego, la oscuridad desintegra. Ráfagas de movimiento construyen la acción como en una pesadilla. Es el relato de una pasadilla.

Es una obra que habla de la ausencia, la desaparición. Habla del poder que pone las reglas del juego, todo lo controlay que puede borrar del juego al que no esté dispuesto a acatarlas. Habla de la mujer, de la madre, de su dolor y de su incesante búsqueda de la verdad.

La puesta en escena es extraordinaria. La obra empieza en perfecta oscuridad y la luz, como si miráramos a través de una cerradura, nos muestra pedacitos de la obra, que va apareciendo en diferentes lugares del espacio negro. Hay un cuidado estético muy grande de lo audiovisual. Las escenas cortadas que se continúan en un lado u otro y se entrelazan, generan un efecto onírico y el espectador queda sumergido en esas oleadas de teatro que va y que viene. La voz en off de Liliana Daunnes acompaña ese viaje a través de las metáforas y las pinceladas desgarradoras de un relato cargado de dolor.

EXCELENTE

IMPERDIBLE

Guión, diseño de luces y dirección: Omar Pacheco

Actuación: Clara Andrés, Alexis Del Pilar Sosa, Stephanie Espil Drevniak, Andrea Fachinetti, Lucien Gilabert, Vicente Marsico, Melisa Marzioni, Valentín Mederos, Javier Molinas, Favio Notti, Camila Paladino, Lorena Pérez, Laureana Ruscitti.

Manipuladores de marionetas: Noelaní Agullo, Valeria Bonardi.

Voz en off: Liliana Daunnes

Música original: Rodolfo Mederos