“La cúpula” de Stephen King: otra buena historia del maestro del terror

Sorprendentemente, La cúpula es una novela  que ha estado mucho tiempo en mi pila de libros pendientes, a pesar de que Stephen King se cuenta entre mis autores favoritos de todos los tiempos. Este verano me he propuesto leer al fin varios libros que se me han quedado en el tintero y creo que, incluir este que reseño a continuación, ha sido todo un acierto. Y es que, aunque tito King a veces mete algún que otro patinazo, suele ser sinónimo de buenas y escalofriantes historias.

La cúpula comienza cuando una mañana de otoño, un misterioso e invisible campo de fuerza con forma de cúpula aparece de la nada dejando aislada la pequeña ciudad de Chester´s Mill. Además de las primeras muertes causadas por los accidentes que provoca este repentino suceso (miembros cercenados, colisiones de helicópteros y vehículos, etc.) los habitantes de esta localidad tendrán que hacer frente al miedo y la incertidumbre de no saber lo que está ocurriendo ni durante cuánto tiempo, ya que ni el ejército desplegado alrededor del extraño fenómeno parece tener los recursos para eliminar la amenaza. A esto se le une la creciente contaminación de este, ahora, microcosmos cerrado, y la evidente merma de recursos básicos como electricidad, combustible, medicinas y alimentos. Pero lo peor para los habitantes de Chester´s Mill tiene nombre de persona: Jim Rennie, el alcalde de la ciudad, un ser corrupto hasta la médula y carente de escrúpulos que se tomará la ley por su mano y sumirá a la comunidad en el caos, matando y manipulando para mantener a buen recaudo el secreto que esconde desde hace años.

Con este terrible panorama, algunos personajes intentarán escapar de la dictadura de Rennie y su peligroso hijo, Junior, para mantener la coherencia e investigar lo que está sucediendo en su ciudad. Así, Dale Barbara (un ex veterano de guerra) y Julia (la dueña del periódico local) lucharán junto a otros personajes para sobrevivir e intentar encontrar una salida a la pesadilla en la que se ha convertido sus vidas, bajo una cúpula en la que se sienten como hormigas observadas por la lupa de unos crueles niños.

La cúpula me ha parecido un libro muy bueno y original, que consigue explorar la condición humana cuando es llevada al límite y pone en tela de juicio la conciencia moral cuando no hay repercusiones legales, al tiempo que se mantiene el misterio por saber qué es la cúpula y quién o qué la puso ahí. El lector se engancha a la vida de los protagonistas y sufre con las vivencias de un buen número de personajes, sintiendo empatía por la incertidumbre y el miedo que viven, pero sin perder la curiosidad por entender lo que está ocurriendo, algo que se empieza a pincelar cuando está muy avanzada la historia para acabar aclarándose justo al final.

La trama atrapa, los personajes aparecen muy bien desarrollados, el misterio y lo sobrenatural están siempre latente y el final, aunque sé que es un tema que crea controversia entre los lectores, a mí sí me ha gustado (al menos la explicación del fenómeno de la cúpula).  Aunque reconozco que tiene una parte algo ñoña o fuera de lugar que no puedo comentar para no hacer un spoiler más grande que una catedral. Los elementos típicos de King están ahí: fervor religioso que raya lo peligroso, enfermedades que trastocan la cordura y sacan lo peor de las personas, elementos sobrenaturales, personajes obnubilados por el alcohol o las drogas, y niños que ven o intuyen cosas más allá que los adultos.

En definitiva, dedo pulgar hacia arriba para esta historia de Stephen King que se me resistió durante mucho tiempo, pero que ahora recomiendo con creces.