En un nuevo y audaz estudio estadounidense presentado este 28 de febrero en la 18 conferencia sobre retrovirus e infecciones opportunistas en Boston, un grupo de científicos aplicó la ingeniería genética a seis pacientes para producir glóbulos sanguíneos resistentes al virus del VIH. La idea estuvo basada en el sorprendente caso de un paciente con sida que parece haberse curado gracias a la transfusión de células sanguíneas de un donante con una inmunidad natural al VIH hace casi cuatro años en Berlín. Los investigadores buscan una manera más práctica de lograr una inmunidad similar mediante las propias células sanguíneas de los pacientes. Incluso si el nuevo enfoque no consiguiera erradicar totalmente al VIH, el virus que causa la enfermedad, podría reconstituir los sistemas inmunológicos de los pacientes al grado de que puedan controlarlo sin necesidad de las medicinas contra el sida, lo que se conoce como una cura funcional. Esta es la primera vez en que los investigadores logran borrar permanentemente un gen humano, le modifican la estructura celular y lo inoculan de nuevo a los pacientes. En el estudio, 6 hombres con VIH fueron sometidos a la filtración de su sangre para retirar un pequeño porcentaje de los linfocitos T, responsables de coordinar la respuesta inmune celular. El compuesto resultante de la sangre fue llevado a un laboratorio y casi una cuarta parte de las células fueron modificadas. Las células fueron combinadas con factores de crecimiento para que se multiplicaran y luego fueron reinsertadas a los pacientes. Tres meses después, cinco hombres tenían tres veces el número de células modificadas que se esperaba. En los 6 pacientes, las células anti-VIH están prosperando casi un año después de la transfusión, incluso en tejidos que pueden ocultar al virus cuando no puede ser detectado en la sangre.