– Marina Muñoz Cervera –
La cúrcuma es un condimento, también utilizado como suplemento alimentario.
Esta raíz asiática, conocida desde tiempo inmemorial, se ha puesto de moda por sus propiedades medicinales.
Se parece mucho al jengibre, de hecho la Cúrcuma longa pertenece a la misma familia, la Zingiberaceae.
El polvo de cúrcuma se obtiene a través de la cocción de los rizomas de la planta, su secado en hornos y posterior molienda.
Hoy en día, esta especia ha llamado mucho la atención por sus propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas, de ahí que se comercialice en forma de suplementos alimentarios, o formando parte de preparados medicinales.
Sus orígenes:
El origen de esta raíz se sitúa en las regiones tropicales de Asia, sobre todo en la India, donde pasó de ser una especia culinaria a ser un alimento sagrado y milagroso, asociado a la pureza, prosperidad y longevidad y, desde ahí, a ser un símbolo de su cultura muy utilizado en su medicina ayurvédica.
En India, se conoce como «haldi».
Esta humilde raíz se difundió, posteriormente hacia Oriente Medio, África y Europa, llegando a desplazar al azafrán como condimento y tinte para la ropa, entre otros motivos, porque su precio era más asequible.
En el mundo árabe, la cúrcuma se popularizó y se utilizaba como especia y medicamento.
Pero no fue hasta el siglo XV cuando fue aceptada y reconocida por la medicina de Europa.
En el momento actual, podemos encontrar en el comercio el rizoma fresco, encurtido o en polvo. Además de formar parte de productos cosméticos y medicinales, tanto de la medicina alopática como holística.
Su composición nutricional:
El rizoma contiene hidratos de carbono, grasas y proteínas en pequeña cantidad.
En cuanto a su contenido vitamínico, nos aporta vitamina E, C, algunas del complejo B, así como ácido fólico.
También, tiene minerales como magnesio, potasio, hierro, manganeso.
Aunque no aparecen en las tablas nutricionales, en este tipo de alimentos, utilizados como medicamentos tradicionalmente, son muy importantes los compuesto bioactivos, como la «curcumina».
La «curcumina» es la responsable del color amarillo de este condimento y corresponde al 2-5% del peso del rizoma.
Beneficios para la salud:
La mayor parte de las virtudes terapéuticas de este rizoma, se deben a la curcumina, con gran capacidad antioxidante.
Entre otros beneficios, se describen los siguientes:
- Digestivos: facilita la digestión de las grasas al estimular la producción de bilis, también mejora la microbiota intestinal.
- Cardiovasculares: mejora de la circulación, al actuar sobre el endotelio de los vasos sanguíneos.
- Hipocolesteromiante: reduce el colesterol LDL.
- Antiinflamatoria: podría ayudar en las enfermedades crónicas no transmisibles, como artrosis, artritis, etc.
- Neuroprotectora: mejora la memoria y el estado de ánimo.
- Inmunoprotectora: refuerza el sistema inmunitario.
¿Cómo cocinamos con cúrcuma?
Vamos a conocer dos recetas básicas para incorporar la cúrcuma a nuestra despensa:
Arroz con cúrcuma:
Ingredientes:
- Una taza de arroz.
- Una cebolla pequeña picada.
- Un diente de ajo picado.
- Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 1/2 pimiento rojo.
- Dos tazas de caldo de pollo o vegetal.
- Una cucharadita de cúrcuma.
(Dos centímetros de la raíz fresca equivale a una cucharadita pequeña del polvo de cúrcuma).
Opcional: podemos añadir a esta receta una cucharadita de comino para potenciar su sabor, y media taza de guisantes, para enriquecerla nutricionalmente. Además, de una hojas de cilantro para decorar el plato.
Preparación:
Hacemos un sofrito con el aceite, cebolla y ajo y posteriormente añadimos los pimientos y los guisantes; dejamos 4 o 5 minutos más, removiendo bien y añadimos la cúrcuma (y el comino si nos gusta).
Agregamos el arroz al sofrito y mezclamos bien para que se integren todos los ingredientes; añadimos el caldo de pollo o vegetal, salpimentamos y cocemos hasta que el arroz esté listo y ya no quede caldo.
Este arroz nos puede servir como acompañamiento de carnes, pescados, huevos, o bien de cualquier otro alimento proteico de origen vegetal (tofu, legumbres, seitán, heura).
Leche dorada:
Muy de moda, hoy en día, la leche dorada se recomienda como potenciador de la salud gracias a los efectos sinérgicos de los ingredientes que contiene.
Ingredientes:
- Una taza de leche de vaca o vegetal (soja, almendra, avena)
- Una pizca de pimienta negra
- 1/4 de cucharadita de canela
- Media cucharadita de jengibre fresco rallado o un cuarto de jengibre en polvo.
- Una cucharadita de miel
Preparación:
Calentamos la leche a fuego medio y añadimos el resto de los ingredientes menos la miel. Removemos bien y dejamos que hierva a fuego lento 5 o 10 minutos. Agregamos la miel u otro endulzante, y ya tenemos nuestra leche dorada.
Son muchísimas las recetas que contienen cúrcuma, solo tenemos que incorporarla a nuestra despensa ¿te animas?
Y, para terminar esta entrada, comentaros que al utilizar un condimento como medicamento natural, es decir, si lo tomamos en mayor cantidad de lo que se entiende como ingrediente culinario, propiamente dicho, estamos actuando sobre nuestro organismo, y el asesoramiento es necesario, sobre todo si ya padecemos una enfermedad y estamos utilizando fármacos.
Bibliografía consultada:
- DEIV SH (2025). Recetas con cúrcuma: saludable y colorida. ASIN : B0DXKX1G27.
- Susan Branson (2025). 101 usos increíbles de la cúrcuma. Ed. Amat (Barcelona). ISBN: 978-84-19870-91-9.
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