Esto debería haber sido una de esas teleseries de dos episodios de las que luego todo el mundo habla y a la protagonista le dan todos los premios de tele porque es muy buena y nadie lo discute.
Pero no es una película, es una truño que se proyecta en pantalla grande para que veamos lo grande que es Meryl Streep por si alguien lo dudaba o no lo sabía aún. Es un truño como la anterior peli de Phyllida Lloyd también hecha, plano a plano para mejor lucimiento de la grande que lo es por si alguien lo duda Meryl Streep.
Pero el Oscar este año se lo merece Glenn Close, quien además de grande es muy valiente.