Anne-Louise Germaine Necker nació el 22 de abril de 1766 en París. Sus padres eran Jacques Necker, ministro de finanzas de Luis XVI y Suzanne Curchord, una dama de origen suizo que organizaba el salón más concurrido durante la época de la Ilustración. Fue Madame Necker quien no sólo se encargó de la educación de su hija, sino que la llevaba a su propio salón literario donde sus invitados se deleitaban con aquella niña que desde bien pequeña demostró unas dotes intelectuales excepcionales. En 1784 la familia Necker, tras la caída del ministro, se trasladó a vivir a su propiedad suiza, el castillo de Coppet aunque un año después pudieron regresar a Francia.
Germaine junto a un
busto de su padre
En aquel tiempo, Germaine empezó a escribir sus primeras obras, entre ellas, un drama romántico en tres actos titulado Sophie y una tragedia en cinco actos conocida como Jeanne Grey. Las dos obras se publicaron en 1790, el mismo año en el que nacía su segundo hijo, Auguste Louise.
Dos años antes, a las puertas de la Revolución Francesa, Madame de Staël publicaba un ensayo sobre la personalidad política de Rousseau. Después de la Toma de la Bastilla, permaneció en París y se implicó en la revolución, abriendo un salón en la Rue du Bac que se convertiría en punto de encuentro de personalidades como Talleyrand. Sin embargo, el recrudecimiento de las posiciones y la llegada de la época del Terror, obligaron a los Staël a refugiarse en Coppet donde Germaine trasladó su salón literario y acogió a otros exiliados.
En 1792 nacía Albert y cinco años después Albertine. Fue entonces, en 1797, cuando Germaine se separó formalmente de su marido, quien podría no haber sido el padre de alguno de sus hijos, pues ya en aquella época, Madame de Staël hacía una vida independiente y mantuvo algún que otro romance.
Madame de Staël, retratada por la pintora Elizabeth Vigée Lebrun
Después de permanecer en Coppet, viajó a Inglaterra y regresó a París tras la caída de Robespierre. Unos años en los que continuó escribiendo. Con la subida al poder de Napoleón Bonaparte, una figura con la que no estuvo nunca de acuerdo, empezarían los problemas para Germaine quien no dudó de exponer abierta y públicamente sus opiniones acerca del papel del Corso en Francia y posteriormente en Europa. Tal fue el enfrentamiento entre estas dos fuertes personalidades, que Napoleón decretó en varias ocasiones su expulsión de París y de Francia.
En 1802 publicó su novela Delphine, enmarcada dentro del movimiento literario del romanticismo, en la que defendía la libertad de escoger a las personas amadas por encima de cualquier prejuicio y convencionalismo social. Algo que ella predicaba con el ejemplo, pues por aquel entonces mantenía una vida sentimental marcada por su propia voluntad y la libertad de movimientos. Poco tiempo después volvía a hacer las maletas y viajaba a Alemania, donde entró en contacto con grandes figuras literarias como August Wilhelm Schlegel. Tras regresar temporalmente a Coppet a la cabecera de su padre moribundo, marchó rumbo a Italia acompañada de Schlegel y Simonde de Sismondi, un escritor suizo. Un viaje que le dio la inspiración necesaria para escribir su obra más famosa, Corinne. De vuelta en Coppet, en 1808 escribió otra de sus obras cumbre, De l'Allemagne.
El resto de su vida, Madame de Staël no dejó de viajar por media Europa, recorriendo Rusia, Finlandia, Suecia, Inglaterra o Italia, mientras observaba la caída del Emperador Napoleón.
En el invierno de 1816, regresaba por última vez a París. Allí reabría su famoso salón que volvió a llenarse de políticos e intelectuales. Un tiempo que fue breve, pues el 14 de julio de 1817 fallecía en su hogar parisino.
Si quieres leer sobre ella
Madame de Staël, la baronesa de la libertad
Xavier Roca-Ferrer